Un Nuevo Enfoque para el Proceso de Paz en Chipre
En medio de un estancamiento que ha durado siete años, el enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas se esfuerza por reactivar las negociaciones para la paz en Chipre. El campo turcochipriota pro-solución concuerda en que cualquier nuevo proceso debe contar con plazos preestablecidos y consecuencias claras ante un posible fracaso para tener alguna posibilidad de éxito.
Tras el fracaso de la última ronda de negociaciones en Crans-Montana en julio de 2017, Ankara retiró su apoyo a las conversaciones continuas sobre una federación bicommunal y bizonal. El actual líder nacionalista conservador turcochipriota, electo con el fuerte respaldo de Ankara en 2020, busca registrar la ‘igualdad soberana’ del estado escindido antes de participar en cualquier negociación de solución.
Ozdil Nami, ex jefe negociador que sirvió bajo dos antiguos líderes turcochipriotas, insiste en que las negociaciones deben retomarse desde donde se dejaron en Crans-Montana en 2017, finalizarse dentro de un plazo predefinido y someterse a referendos simultáneos. Nami subraya la importancia de que ambas partes acuerden estos términos antes de comenzar cualquier nuevo proceso.
Por su parte, el Partido Republicano Turco (CTP), la principal oposición, expresó en una carta reciente a Holguin su compromiso con una solución federal basada en la igualdad política, alineada con las resoluciones y parámetros del Consejo de Seguridad de la ONU. Fikri Toros del CTP enfatiza que cualquier proceso futuro debe tener un calendario “determinado con un sentido de urgencia” y garantizar que “no habrá retorno al statu quo”.
Ipek Borman, quien formó parte de los equipos de negociación tanto de Talat como de Akinci, coincide en que cualquier nuevo proceso de negociaciones debe ser orientado a resultados con puntos de referencia claros y mecanismos para superar los impases, además de entender que no habrá vuelta al statu quo al final del proceso con consecuencias claramente determinadas ante un fracaso. Borman también destaca la importancia de un proceso más participativo con la inclusión de la sociedad civil, especialmente mujeres y jóvenes.
Estas perspectivas sugieren un cambio metodológico significativo para avanzar hacia una solución federal, buscando superar la desconfianza y asegurando que el