Perspectivas de calificación mejoradas para Chipre
La agencia Capital Intelligence Ratings (CI Ratings) ha actualizado las perspectivas de calificación a largo plazo en moneda extranjera (LT FCR) de la República de Chipre de estables a positivas, manteniendo la calificación LT FCR y la calificación a corto plazo (ST FCR) en BBB- y A3 respectivamente.
Esta revisión refleja una reducción de la deuda pública más rápida de lo esperado, gracias a superávits fiscales primarios constantes y una gestión proactiva de la deuda. “El gobierno sigue gestionando su perfil de vencimiento de la deuda para reducir los riesgos de refinanciamiento, al tiempo que mantiene un colchón de efectivo creciente para hacer frente a choques a corto plazo y vulnerabilidades externas”, indicó la agencia.
El análisis también considera el progreso en la resolución de los créditos morosos en el sistema bancario, lo que ha disminuido significativamente las responsabilidades contingentes del estado derivadas del sector bancario en los últimos años. A pesar del entorno externo desafiante y las condiciones financieras globales aún restrictivas, los riesgos fiscales parecen manejables en la actualidad.
Las calificaciones de Chipre siguen respaldadas por la resiliencia comprobada de su economía y un alto PIB per cápita. Además, se consideran los beneficios de la pertenencia a la UE y la zona euro, incluyendo el acceso al apoyo financiero a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RRF).
Según los datos de CI Ratings, la relación deuda pública-PIB del gobierno general disminuyó al 77.3 por ciento en 2023 desde el 85.6 por ciento en 2022, reflejando un superávit presupuestario primario más alto de lo previsto del 4.2 por ciento del PIB (comparado con el 3.4 por ciento en 2022) y el reembolso de bonos y préstamos por un monto de €1.4 mil millones (4.7 por ciento del PIB).
CI espera que la dinámica de la deuda pública siga siendo favorable en los próximos años, con una relación deuda-PIB que continúe disminuyendo, aunque a un nivel todavía moderado a alto del 66.2 por ciento (165.2 por ciento de los ingresos) en 2025. Los vencimientos de la deuda, estimados en €2.4 mil millones (7.6 por ciento del PIB) para 2024 y €1.8 mil millones (5.2 por ciento del PIB) para 2025, están dentro de la capacidad de pago del gobierno y actualmente no plantean desafíos de refinanciamiento.
Las actuaciones presupuestarias del gobierno se mantuvieron sólidas en 2023, con una posición fiscal (en términos de caja) que registró un superávit general más alto de lo anticipado, del 2.9 por ciento del PIB (comparado con el 2.4 por ciento en 2022). CI Ratings espera que el presupuesto general del gobierno siga siendo superavitario en 2024-25, promediando el 3.1 por ciento del PIB.
En cuanto a los riesgos para las perspectivas fiscales de Chipre, la agencia señala que aún existen y los resultados podrían ser más débiles de lo previsto si se relaja la disciplina fiscal o aumentan los gastos en subsidios, bienestar social y salarios del sector público. Otros riesgos para el presupuesto provienen del costo del sistema nacional de salud (Gesy) y una posible disminución en los ingresos fiscales si se materializan riesgos a la baja para el crecimiento del PIB.
A pesar de las adversidades externas persistentes, el crecimiento económico sigue siendo positivo, aunque moderado, como se señala en la evaluación. El PIB real se estima en un 2.5 por ciento en 2023, comparado con un 5.1 por ciento en 2022, reflejando un crecimiento contenido en sectores clave de la economía, particularmente en hospitalidad, construcción, comercio mayorista y minorista, así como tecnología e informática.
Por otro lado, la agencia señaló que la fortaleza del sector bancario ha mejorado significativamente en los últimos años pero aún se considera moderada. Según el Banco Central de Chipre (CBC), la proporción total de préstamos no productivos (NPL) de las instituciones crediticias que operan en Chipre disminuyó aún más al 8.3 por ciento del total de préstamos en noviembre de 2023 (desde el 9.5 por ciento en 2022), mientras que las provisiones acumuladas aumentaron al 51 por ciento en el mismo mes (desde el 47.5 por ciento).
A pesar de estos desarrollos, persisten riesgos para la calidad de los activos, ya que la deuda corporativa y familiar sigue siendo elevada, situándose en un alto 200.5 por ciento del PIB en septiembre de 2023 (aunque reducido desde el 248 por ciento un año antes). La solidez del capital del sector bancario es actualmente saludable, con un ratio CET-1 promedio del 21.4 por ciento al finalizar septiembre de 2023.
Los bancos chipriotas han realizado avances significativos en desapalancamiento, dijo la agencia, con la relación activos-PIB del sector bancario disminuyendo al 215.2 por ciento en noviembre de 2023, desde el 229.5 por ciento un año antes.
Mirando hacia adelante, CI Ratings espera que el PIB real aumente en promedio un 2.6 por ciento en 2024-25, beneficiándose de una demanda interna mejorada y una inversión continua en diversas actividades económicas, parcialmente respaldada por la financiación de la UE y flujos de capital privado extranjero.
El déficit de cuenta corriente se espera que haya aumentado al 10.1 por ciento del PIB en 2023, mientras que la deuda externa, excluyendo las entidades con propósito especial (SPEs), disminuyó al 195.8 por ciento del PIB en septiembre de 2023, desde el 222.7 por ciento en diciembre de 2022.
La calificación podría ser mejorada más de un escalón en 12-24 meses si el gobierno implementa reformas estructurales integrales que conduzcan a una mejor movilización de ingresos, un aumento en la fortaleza institucional y una resolución más rápida de los NPLs heredados.
La presión al alza sobre las calificaciones también podría derivarse de un déficit en cuenta corriente menor al esperado y una reducción más rápida en la deuda gubernamental y externa.
Por el contrario, las perspectivas podrían revisarse a estables durante los próximos 12 meses si se debilitan las actuaciones fiscales y se invierte la dinámica de la deuda pública, por ejemplo, debido a un cambio en la dirección política, reducción de la disciplina fiscal o desempeños económicos significativamente más débiles, o si los choques adversos conducen a un deterioro leve en las finanzas públicas o externas.