El legado de la Ensalada César: orígenes y popularidad
En el reino de las ensaladas, la Ensalada César se destaca por su lechuga romana crujiente y una sinfonía de sabores que ostenta orígenes casi reales y aclamación internacional. Según la leyenda, la Ensalada César debe su creación a César Cardini, un restaurador ítalo-americano que en la década de 1920 en Tijuana, México, improvisó la ensalada con los ingredientes que tenía a mano, montando un espectáculo al prepararla en la mesa con un toque teatral.
A diferencia de su homónimo romano, los
Conocida por su montaje poco convencional, la Ensalada César se caracteriza por hojas de romana cuidadosamente bañadas en un aderezo hecho con ajo, anchoas, mostaza de Dijon, queso parmesano, aceite de oliva y yema de huevo, con crujientes crutones que añaden el contraste textural perfecto.
La migración de la Ensalada César de Tijuana a Estados Unidos marcó un punto de inflexión en su historia, con cada chef agregando su toque único. Ya sea coronada con pollo a la parrilla, camarones o salmón, la Ensalada César se convirtió en un lienzo para la creatividad culinaria.
A medida que se desarrollaba el siglo XX, la Ensalada César encontró una cálida bienvenida en las cocinas europeas. Con su armoniosa mezcla de sabores, se convirtió en un favorito atemporal, demostrando que una creación culinaria nacida en Tijuana podía encontrar un hogar en los menús globales.
En el siglo XXI, la Ensalada César se ha convertido en una presencia ubicua en los menús de restaurantes de todo el mundo. Los chefs incorporan giros como kale o quinoa, asegurando que la Ensalada César siga siendo relevante en una era que valora tanto la tradición como la innovación.
Las apariciones de la ensalada en películas, programas de televisión y novelas han consolidado su estatus como un plato icónico. Ya sea disfrutada en una rústica trattoria en Italia o un bistró moderno en Nueva York, la Ensalada César continúa siendo un símbolo de elegancia simple, un plato que trasciende el tiempo y las fronteras.