Manifestaciones masivas en Budapest contra el gobierno de Orban
Decenas de miles de personas protestaron en Budapest contra el Gobierno de Viktor Orban, en una jornada que marcó el pulso de la disidencia en la capital húngara. La protesta, que tuvo lugar el sábado en el centro de la ciudad, estuvo encabezada por Peter Magyar, un abogado que anteriormente tenía vínculos estrechos con la administración y que recientemente ha lanzado un movimiento político con la intención de desafiar al primer ministro.
Los manifestantes marcharon hacia el Parlamento pidiendo a gritos la dimisión de Orban, aprovechando el inusualmente cálido clima primaveral. “¡No tenemos miedo!” y “¡Orban dimite!”, eran algunas de las consignas que se escuchaban entre la multitud. Muchos vestían los colores nacionales rojo, blanco y verde o llevaban consigo la bandera nacional, símbolos que durante las últimas dos décadas han sido apropiados por el partido de Orban.
“Estos son los colores nacionales de Hungría, no del gobierno”, expresó Lejla, una joven de 24 años que viajó a Budapest desde Sopron, una localidad en la frontera oeste del país.
La marcha fue liderada por Peter Magyar, de 43 años, quien estuvo casado con la exministra de Justicia de Orban, Judit Varga, y que eventualmente planea lanzar su propio partido. Tres manifestantes entrevistados por Reuters destacaron que Magyar les resulta atractivo porque conocía el funcionamiento interno del gobierno de Orban.
“Sabíamos que había corrupción, pero él lo dice como un insider y lo confirmó para nosotros”, señaló Zsuzsanna Szigeti, una trabajadora sanitaria de 46 años envuelta en una bandera húngara. Ella expresó su preocupación por los sistemas de educación y salud, y la corrupción. “Confío en que habrá un cambio”, afirmó.
Magyar se hizo ampliamente conocido en febrero cuando realizó comentarios incendiarios sobre las operaciones internas del gobierno. Acusó a Antal Rogan, el ministro que dirige la oficina de Orban, de manejar una máquina centralizada de propaganda. Además, publicó una grabación de una conversación con su exesposa donde Varga detallaba un intento por parte de un asistente senior del jefe de gabinete de Orban para interferir en un caso de corrupción. Los fiscales están investigando ahora las declaraciones.
Esta investigación surge en un momento políticamente sensible para Orban antes de las elecciones parlamentarias europeas en junio y sigue a un escándalo de abuso sexual que derribó a dos de sus principales aliados políticos: el expresidente y Varga, en febrero. Según datos del encuestador Median, publicados por la revista semanal HVG a mediados de marzo, el 68% de los votantes ha oído hablar del ingreso de Magyar al campo político y el 13% de ellos dijo que probablemente apoyaría a su partido.