Informe de Evaluación Revela Debilidades en el Plan Nacional de Salud
El último informe de evaluación del esquema de salud nacional Gesy ha puesto de manifiesto preocupaciones significativas que podrían poner en peligro su viabilidad a medio plazo si no se abordan en un futuro cercano. A pesar de la tendencia a evitar críticas hacia Gesy, salvo en lo referente a las listas de espera, el informe no ha pasado por alto las debilidades del sistema, entre ellas, la sobreutilización de los servicios sanitarios.
La gratuidad de los servicios ha llevado a una cultura de derecho en la que los pacientes demandan pruebas y derivaciones innecesarias y costosas, presionando a sus médicos personales para que las concedan. Esta actitud ha propiciado que los laboratorios clínicos proliferen en cada barrio y que la cantidad de instalaciones de diagnóstico por imagen haya crecido de manera injustificada.
La demanda de pruebas médicas ha aumentado geométricamente debido a su gratuidad, lo que no se corresponde con un incremento real de enfermedades. Gesy ha creado una demanda excesiva de servicios sanitarios, convirtiendo la atención médica en una industria muy lucrativa.
Además, los hospitales privados dentro del esquema evitan admitir a pacientes con condiciones patológicas, enviándolos a hospitales estatales debido a las bajas tarifas que reciben por cama, lo cual podría llevar a operaciones innecesarias que sí son rentables para ellos. La cultura del paciente, combinada con controles inadecuados por parte de la Organización de Seguros de Salud (HIO), ha convertido a Gesy en una fuente de ingresos que está siendo explotada por todos los involucrados.
El informe atribuye la falta de una cultura sanitaria adecuada y la educación insuficiente del paciente como causas de la sobreutilización de la asistencia sanitaria, lo que presiona financieramente al sistema y provoca largas listas de espera. Se plantea que educar a los pacientes y crear una cultura sanitaria adecuada podría llevar años, tiempo durante el cual Gesy podría quedarse sin fondos, requiriendo aumentar las contribuciones mensuales para mantener el sistema.
Para cambiar la cultura de derecho, el gobierno debería imponer cargos más altos por todas las acciones médicas y derivaciones. Aunque esto generaría protestas, se debería explicar que es la única forma de asegurar la viabilidad del plan nacional de salud, evitar el aumento en las contribuciones mensuales y reducir las listas de espera. La cultura del derecho se restringirá cuando conlleve un costo.