El declive de la confianza política en los países occidentales
En un panorama donde la confianza en el gobierno y los políticos está en
La confianza política es un fenómeno paradójico. Las democracias, basadas en la desconfianza hacia el poder, establecen separación de poderes, elecciones y procesos contra servidores públicos corruptos. La confianza en el sistema representativo es condicional y entrelazada con el escepticismo hacia la mala conducta y el abuso de poder. Los líderes confiables son preferibles, pero esto no implica una confianza incondicional una vez que están en el poder.
La
Una encuesta internacional reveló que las respuestas más frecuentes sobre cómo mejorar la democracia se centraban en obtener mejores políticos. La competencia, honestidad y responsabilidad son cualidades deseables en líderes, aunque estas son subjetivas. Por ejemplo, las opiniones sobre Donald Trump varían enormemente. El European Social Survey indica que hay más confianza en las instituciones políticas cuando los procesos públicos y los resultados sociales se perciben como justos.
El gobierno es una obra en progreso, especialmente frente a problemas complejos como el cambio climático y la desigualdad. No existe una fórmula administrativa para la confianza política; por lo tanto, la autoevaluación personal y política debe continuar. Las leyes pueden prevenir comportamientos inadecuados, pero no garantizan los mejores.
Si desconfías de los políticos, no estás solo. Expresar desconfianza es una forma válida de resistencia política. Los políticos deben tomar nota, reflexionar sobre su comportamiento y tomar medidas prácticas para ofrecer mejores servicios públicos y, en definitiva, hacer mejor su trabajo.