Operación policial internacional contra el fraude en inversiones
En un impresionante despliegue de cooperación transnacional, Chipre ha jugado un papel crucial en una operación policial que ha resultado en la detención de nueve personas vinculadas al esquema Ponzi Juicyfields. La policía chipriota anunció el martes que este esfuerzo conjunto, apoyado por Europol y Eurojust, se enfocó en desmantelar una red que utilizaba las redes sociales para atraer inversiones en el cultivo de cannabis medicinal.
El 11 de abril, más de 400 oficiales de la ley en 11 países llevaron a cabo nueve órdenes de arresto y realizaron 38 registros domiciliarios. La investigación reveló un esquema meticulosamente orquestado que logró captar fondos de aproximadamente 186,000 participantes a través de transferencias bancarias o criptomonedas. Los activos incautados o congelados incluyen €4.7 millones en cuentas bancarias, €1.515 millones en criptomonedas, €106,000 en efectivo y €2.6 millones en bienes raíces.
Además, las autoridades se incautaron de vehículos de lujo, obras de arte, efectivo, artículos de lujo variados, así como una gran cantidad de dispositivos electrónicos y documentos. Según estimaciones judiciales, los daños totales resultantes del fraude en inversiones en la plataforma de financiación colectiva para el cultivo de cannabis ascienden a unos abrumadores €645 millones, aunque Europol sugiere que las cifras reales no reportadas podrían ser significativamente mayores.
Los sospechosos, principalmente de nacionalidad rusa pero también holandesa, alemana, italiana, letona, maltesa, polaca, jordana, estadounidense y venezolana, promocionaban oportunidades de inversión colectiva en la producción, cosecha y distribución de plantas de cannabis para uso medicinal. A los inversores se les prometía altos retornos anuales del 100% o más sin revelar cómo se lograrían dichas ganancias.
El caso JuicyFields y plataformas de inversión relacionadas llevaron a la creación de un equipo conjunto de investigación en Eurojust, liderado por la policía alemana y española, la Gendarmería francesa y con el apoyo de Europol, la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido y otras fuerzas del orden de numerosos estados miembros. Este caso resalta la importancia de la vigilancia y la colaboración internacional para combatir el Esquema Ponzi y proteger a los inversores de fraudes sofisticados.