Preocupan los posibles retrasos en los aeropuertos debidos al nuevo sistema
Una nueva encuesta revela que muchos británicos desconocen el próximo Sistema de Entradas y Salidas de la Unión Europea (SES), lo que suscita inquietudes sobre largas colas y posibles retrasos en los aeropuertos europeos. El SES, que se prevé lanzar en noviembre de 2024, sustituirá el sellado manual de pasaportes por controles biométricos, requiriendo escaneos de huellas dactilares y reconocimiento facial. Aunque tiene como objetivo mejorar la seguridad, el sistema ha generado preocupaciones sobre los tiempos de procesamiento, especialmente en lugares no preparados.
La encuesta, realizada por Co-op Insurance, encontró que el 63% de los encuestados del Reino Unido no estaban al tanto del SES. Esta falta de conocimiento coincide con las ansiedades expresadas por las autoridades aeroportuarias francesas con respecto a su capacidad para implementar el sistema antes de la avalancha de verano.
Añadiendo a las preocupaciones de viaje está el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), esperado para mayo de 2025. Este requisito separado hará que los británicos necesiten una autorización de viaje preaprobada para visitas a destinos europeos populares. Un permiso ETIAS costará alrededor de 7€ y todos los viajeros que planeen visitar uno o más de los 30 países donde el pase es aplicable tendrán que pagar para obtener uno, con un par de excepciones. Los solicitantes mayores de 70 años recibirán un ETIAS de forma gratuita, al igual que los menores (de 18 años o menos).
Los países europeos que requerirán un ETIAS válido a su llegada a sus fronteras son Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza.
El Comité de Escrutinio Europeo del Parlamento del Reino Unido ha lanzado una investigación sobre el SES, particularmente su impacto potencial en las fronteras del Reino Unido, incluyendo un posible embotellamiento en Kent, un punto clave de entrada para viajar a Europa.