Relaciones UE-Turquía y la cuestión chipriota en el Consejo Europeo
El Presidente Nikos Christodoulides manifestó su “particular satisfacción” por haber logrado su objetivo declarado de vincular las Relaciones UE-Turquía con la cuestión chipriota, en la reciente reunión especial del Consejo Europeo. “Desde el inicio, nos fijamos un objetivo, la vinculación sustantiva de las relaciones UE-Turquía con la cuestión chipriota, y esto se desprende claramente de las conclusiones de ayer, pero también de la discusión que tuvimos”, expresó al día siguiente.
El mensaje enviado a Turquía fue calificado de positivo por Christodoulides, quien señaló que la transformación de este mensaje en desarrollos específicos y positivos en las relaciones UE-Turquía depende del progreso en la cuestión chipriota. Aunque las conclusiones de la UE no fueron tan explícitas, indicaron que “la UE otorga particular importancia a la reanudación y progreso en las conversaciones para la solución de Chipre para mejorar aún más la cooperación UE-Turquía”. Fuentes gubernamentales en Nicosia, informando a periodistas, consideraron que las conclusiones eran “suficientemente claras” y ofrecían a Turquía la oportunidad de realizar gestos sobre la cuestión chipriota, lo cual tendría resultados en las relaciones UE-Turquía.
El portavoz del gobierno, Konstantinos Letymbiotis, interpretó el “mensaje positivo” de Chipre y la UE como un deseo de ser constructivos, y que podría haber progreso en los puntos que interesan a Turquía, siempre y cuando haya un progreso correspondiente en la cuestión chipriota. La narrativa de Nicosia también ha implicado a la enviada personal del secretario general de la ONU, Maria Angela Holguin, en las relaciones Turquía-UE, con fuentes gubernamentales indicando a Phileleftheros que durante sus visitas a París, Berlín y Bruselas – antes de su llegada a Chipre en mayo – se le daría una “señal clara” de lo que la UE espera de Turquía.
Turquía expresó rápidamente su descontento con las conclusiones, ya que esperaba que la Comunicación Conjunta del Alto Representante y la Comisión sobre relaciones políticas, económicas y comerciales hubiera sido adoptada por el Consejo Europeo sin reservas. El Ministerio de Asuntos Exteriores turco emitió un comunicado contundente, rechazando la vinculación de la cuestión chipriota con las relaciones UE-Turquía. “El enfoque que restringe las relaciones multifacéticas entre Turquía y la UE a la cuestión chipriota debe ser abandonado; tal mentalidad no puede contribuir de manera positiva y constructiva a la cuestión chipriota”, afirmó.
Esta reacción podría interpretarse como una indicación del éxito de Christodoulides en Bruselas, pero el vínculo que aseguró parece estar más en línea con la práctica estéril de usar la membresía de Chipre en la UE para castigar a Turquía por la ocupación, en lugar de crear condiciones que conduzcan a un avance en Chipre. Han habido varios intentos similares, comenzando con el bloqueo de capítulos en las negociaciones de adhesión de Turquía con la UE por parte de la presidencia de Tassos Papadopoulos. El gobierno de Anastasiades también intentó la misma táctica después del colapso de Crans-Montana, cuando Turquía estaba violando la ZEE chipriota, sin éxito alguno.
Castigar a Turquía parece haberse convertido en un fin en sí mismo, ya que se ha demostrado que no conduce a ninguna parte. Ciertamente no crea condiciones favorables para alcanzar un acuerdo, que supuestamente es el objetivo de los gobiernos de Chipre. El presidente Christodoulides insiste en que esta es su prioridad número uno, porque el status quo es insostenible, pero ¿cree seriamente que puede lograr este objetivo vinculando las relaciones de Turquía con la UE al progreso en la cuestión chipriota? Quizás él sepa algo que nosotros no sabemos, pero la experiencia pasada ha demostrado que tales tácticas no producen los resultados deseados.