Chipre y el desafío de potenciar su sector marítimo
La reciente publicación del sexto informe Leading Maritime Cities ha situado a Singapur en la cima como el centro de embarque líder a nivel mundial. La ciudad-estado ha dominado casi todos los indicadores, basados en datos, investigaciones y entrevistas a cientos de ejecutivos destacados del sector marítimo. Frente a este escenario, Limassol, el principal centro marítimo de Chipre, no logra compararse con las cinco ciudades top – Rotterdam, Londres, Shanghái y Oslo – pero esto debería servir como un llamado de atención para que la infraestructura marítima de la isla cambie de marcha y aspire a estar entre las 50 ciudades más destacadas del estudio en un futuro.
Quizás el modelo de Chipre, siendo el “tercer registro de embarque más grande” de la Unión Europea y el duodécimo a nivel mundial, además de ser el centro líder en gestión de buques, sea anticuado y necesite una renovación para entrar en los rankings más importantes. Uno de los logros más destacados de las últimas tres décadas ha sido eliminar los buques subestándar del registro chipriota, mejorando así la seguridad de los marineros y las naves, lo cual se ha convertido en un nuevo factor para atraer negocios. Además, las reformas fiscales, aprobadas por la UE para continuar hasta finales de la década, han sido un gran incentivo.
El sector marítimo es un contribuyente constante al crecimiento económico de Chipre, representando el 7% del producto nacional bruto, cifra que fue significativamente mayor durante la crisis bancaria y financiera de 2012-2013 y los tres años de la pandemia del Covid. Ahora es momento de volver al tablero de dibujo y considerar los cinco pilares identificados en la encuesta LMC antes de tomar más acciones sobre el futuro del transporte marítimo en Chipre.
Se han dado pasos y se han introducido cambios leves, como el creciente número de academias marítimas y especialistas en transporte marítimo dentro de bancos, firmas de auditoría, asesoramiento y derecho. Aunque no se trata solo del número y tamaño de los buques mercantes o del volumen y frecuencia de los contenedores, la clave está en ser líderes en finanzas y derecho, tecnología marítima, puertos y logística, así como en atractivo y competitividad.
Chipre tiene la ventaja de que su sistema legal se basa en lo que se conoce como Derecho Inglés, considerado fundamental en los centros marítimos líderes. Pero necesita hacer más en investigación y tecnología, transformación verde y control de emisiones, digitalización y comunicaciones, ciberseguridad e innovación, competitividad, reformas laborales, proximidad a clientes globales y centros de negocios, un mayor talento humano, acceso a capital y calidad de vida.
Todo esto solo se puede lograr mediante un enfoque holístico y redefiniendo todo el modelo económico chipriota. Para que todos estos pilares tengan éxito y crezcan, es necesario que el centro marítimo de la isla sea reconocido no solo como un aspecto del crecimiento económico, sino como la fuerza motriz de la futura transformación de Chipre.