La erosión de la base imponible y la fiscalidad antiabuso
La erosión de la base imponible representa una preocupación creciente para los gobiernos a nivel mundial, especialmente en el contexto de las transacciones transfronterizas. En respuesta a esta problemática, Estados Unidos implementó el Impuesto sobre la erosión de la base imponible y contra las prácticas abusivas (BEAT), como parte de la Tax Cuts and Jobs Act (TCJA) de 2017. Aunque BEAT busca combatir la pérdida de ingresos fiscales corporativos debido al desplazamiento de beneficios, su aplicación ha demostrado tener margen para mejoras.
BEAT se enfoca en el tratamiento fiscal de los pagos transfronterizos realizados por empresas multinacionales (MNE) a compañías relacionadas en el extranjero. Estos pagos crean un gasto deducible en un país y un ingreso en otro, reduciendo el ingreso imponible en el primero y aumentándolo en el segundo. Si bien el
Las regulaciones actuales exigen que los pagos transfronterizos se adhieran al principio de plena competencia, reflejando así la sustancia económica. Sin embargo, ciertas categorías de transacciones son subjetivas, brindando a las MNE cierta flexibilidad para desplazar beneficios. Por ejemplo, los pagos por materias primas son relativamente objetivos, mientras que los royalties por propiedad intelectual son menos objetivos, permitiendo mayor espacio para la erosión de la base imponible.
El BEAT crea una categoría para los pagos que erosionan la base—gastos pagados a corporaciones relacionadas en el extranjero en categorías asociadas con el desplazamiento de beneficios, como servicios, intereses, rentas y royalties—y grava a las MNE con demasiados de estos pagos. No obstante, un pasivo BEAT no es por sí mismo evidencia de que una MNE ha incurrido en precios de transferencia incorrectos, pero indica que su perfil fiscal global es estadísticamente más consistente con dichas prácticas.
A pesar de su enfoque realista, BEAT ha generado errores tanto de falsos positivos como de falsos negativos. Por ejemplo, MNE extranjeras con propiedad intelectual desarrollada legítimamente en el extranjero pueden activar la responsabilidad BEAT injustamente. Además, hay evidencia de que BEAT no logra capturar muchos comportamientos de desplazamiento de beneficios que pretendía regular.
Las reformas potenciales podrían incluir la exclusión de deducciones que regresan a la base imponible estadounidense en forma de ingresos Subpart F y evitar la sobrecarga de BEAT en la inversión extranjera directa entrante. Sin embargo, manejar los falsos negativos puede ser aún más complicado y si BEAT resulta ser fácilmente evitable, podría no valer la pena continuar con él.
La fiscalidad antiabuso es un tema complejo que requiere un equilibrio entre eficiencia y justicia. Con el avance constante en las regulaciones fiscales internacionales, es imperativo mantenerse informado sobre las políticas tributarias que impactan a las empresas y economías globales.