El calor récord afecta la educación en Filipinas
Este mes, las olas de calor en Filipinas han llevado a un escenario preocupante: miles de escolares han tenido que abandonar las aulas y retomar las clases en línea, una imagen que revive los desafíos enfrentados durante los confinamientos por Covid-19. La situación actual ha encendido las alarmas sobre cómo el clima extremo podría agravar las desigualdades educativas en el futuro.
En concreto, alumnos de 7,000 escuelas públicas fueron enviados a casa la semana pasada debido al intenso calor, que los meteorólogos asocian con el fenómeno de El Niño. Erlinda Alfonso, docente en una escuela primaria pública de Quezon City, expresó su preocupación por sus alumnos, quienes sufren más el calor en sus hogares, muchos de ellos ubicados en barriadas sin acceso a internet para seguir las clases virtuales.
A pesar de que los profesores proporcionan tareas sin necesidad de conexión a la red, Alfonso señala que esto deja a los niños sin la posibilidad de resolver dudas en tiempo real. “Si hay algo que no entienden, sus padres o hermanos a menudo no están en casa porque necesitan trabajar”, comenta la profesora de 47 años y líder de la asociación de maestros de escuelas públicas de la ciudad.
Las escuelas públicas en Filipinas, un país con una población de 115 millones de personas, están mal equipadas para enfrentar temperaturas extremas y otros fenómenos climáticos. Durante las actuales olas de calor, las clases en línea se han convertido en la opción más segura, según docentes y sindicatos.
En Metro Manila, una encuesta a más de 8,000 maestros reveló que el 87% de los estudiantes habían sufrido condiciones relacionadas con el calor. La Asociación de Maestros Preocupados de Filipinas – Región Capital Nacional (ACT-NCR) informó que casi la mitad de los maestros indicaron que las aulas cuentan solo con uno o dos ventiladores eléctricos, lo que resalta la falta de medidas adecuadas para lidiar con el aumento de las temperaturas.
Con el cambio climático intensificando la frecuencia y severidad de las olas de calor, se espera que los problemas actuales se extiendan a otras regiones. UNICEF advirtió que alrededor de 243 millones de niños en Asia y el Pacífico estarán expuestos a olas de calor más calurosas y prolongadas en los próximos meses.
Los docentes filipinos instan a tomar más medidas para enfrentar el calor extremo en las escuelas. La ACT ha hecho un llamado al Departamento de Educación (DepEd) para abordar estos problemas y ha propuesto revertir al calendario escolar pre-pandémico, evitando así los meses más calurosos del año. Un portavoz del DepEd destacó que permitir a los directores escolares decidir cuándo cambiar a clases en línea o presenciales “proporciona una respuesta más inmediata y efectiva a las condiciones de calor”.
La situación también subraya la necesidad de una mayor educación sobre el cambio climático. “El cambio climático no se ha enseñado de manera comprensiva en nuestras aulas. Pero es un tema urgente vinculado a todos los desafíos que nuestro sistema educativo enfrenta ahora”, dijo Bernardo. Para muchos maestros del sector público con bajos salarios, trabajar en escuelas abarrotadas y con enfriamiento inadecuado o inexistente es insostenible. “El calor me hace querer renunciar o retirarme temprano”, concluyó Alfonso.