La Nueva Ley de Inteligencia Artificial de la UE
El Parlamento Europeo aprobó en abril la Ley de Inteligencia Artificial de la UE, que sienta un precedente mundial para la regulación de la IA. Esta legislación, según Dragoș Tudorache, eurodiputado rumano y miembro del grupo Renew Europe, es un marco regulatorio pionero que protege a los europeos de los riesgos inherentes a la tecnología. “Esta tecnología tiene un impacto transformador en todos nosotros—en la sociedad, la economía y la geopolítica—y no podemos permitirnos ignorar su desarrollo e interacción con la sociedad civil”, enfatizó Tudorache en una entrevista con Phileleftheros.
La legislación pretende proteger los derechos fundamentales, la democracia y la sostenibilidad medioambiental frente a los sistemas de IA de alto riesgo, fomentando al mismo tiempo la innovación. Una vez ratificada por el Consejo Europeo, se espera que la regulación se convierta en ley de la UE, con una implementación completa aproximadamente 24 meses después de su entrada en vigor. Establece diferentes obligaciones para los sistemas de IA basados en los riesgos potenciales e implicaciones de su uso.
La regulación adoptada por el Parlamento Europeo el pasado abril se basa en un enfoque basado en el riesgo.
Se espera que la regulación comience a implementarse en tres fases y debería aplicarse dentro de dos años a partir de ahora. Por lo tanto, los Estados miembros tendrán 24 meses para alinearse y establecer la Autoridad relevante, ya sea modificando lo que ya tienen o nombrando una nueva responsable de implementar la regulación.
Tudorache está convencido de que otros países seguirán rápidamente el ejemplo de la UE. “Actualmente, somos los únicos que hemos establecido tales reglas. He interactuado con varios parlamentos nacionales y gobiernos de todo el mundo—en América Latina, Asia y otras regiones—y he aprendido que están en varias etapas de preparar su legislación nacional sobre IA”, dijo, añadiendo que las reglas de la UE servirán de inspiración para otros países.
Con respecto a si la regulación podría volverse obsoleta debido al rápido avance tecnológico, Tudorache asegura que no es una preocupación.
Finalmente, Tudorache abordó la cuestión del poder de las empresas tecnológicas frente a la nueva regulación. Aunque intentaron influir en las discusiones iniciales, ahora se dan cuenta de que no hay forma de evitarla.