Fiscalidad digital: países adoptan medidas fiscales unilaterales

01/05/2024

    Fiscalidad digital: Un panorama global

    En un contexto de creciente digitalización económica, diversos países han adoptado medidas fiscales unilaterales dirigidas a negocios digitales, incluyendo impuestos sobre servicios digitales (DST por sus siglas en inglés), impuestos de retención sobre la base de ingresos brutos y reglas de establecimiento permanente digital.

    Actualmente, 18 países han implementado DSTs de manera unilateral y Canadá se unirá pronto a este grupo. Estados Unidos, hogar de la mayoría de las compañías afectadas por los DSTs, planea eliminar estos impuestos ya sea a través de un acuerdo multilateral o mediante amenazas comerciales y posibles guerras comerciales.

    La solución multilateral del Monto A del Pilar Uno crea claros ganadores y perdedores, y Estados Unidos tiene la clave para ratificar el tratado o no. No obstante, incluso si el tratado se ratifica, puede que no resulte en la eliminación de todos los DSTs.

    Si no se alcanza una solución multilateral, los DSTs continuarán extendiéndose, resultando en incertidumbre y doble tributación. Ciento un países han implementado un impuesto al valor agregado (IVA) o impuestos sobre bienes y servicios (GST) en ventas en línea transfronterizas. En la UE, los ingresos por IVA recaudados de estas medidas aumentaron siete veces en siete años, entre 2015 y 2022. Además, el potencial máximo de ingresos de un IVA sobre el comercio electrónico es 2.5 veces mayor que el de los aranceles a las tasas actuales.

    En lugar de utilizar estos impuestos distorsionadores, los países deberían expandir los impuestos sobre el consumo para incluir servicios y productos digitales, logrando una ampliación neutral de la base impositiva.

    Las recomendaciones clave sugieren que el debate fiscal digital está lejos de terminar y que los responsables de políticas deberían seguir principios sólidos al desarrollar, refinar y (en algunos casos) eliminar políticas fiscales digitales.

    En dos áreas políticas, impuestos al consumo e impuestos corporativos sobre la renta (y reglas de establecimiento permanente asociadas), los países están trabajando para extender sus reglas existentes a negocios digitales. Esto presenta una oportunidad para avanzar hacia el tratamiento igualitario de modelos de negocios físicos y digitales, pero también desafíos reales para alinear estándares e implementar políticas de manera multilateral.

    En otras dos áreas políticas, impuestos sobre servicios digitales y impuestos de retención basados en ingresos brutos, los países están recurriendo a enfoques novedosos, pero distorsionadores y discriminatorios, para gravar negocios digitales. Estas políticas tienen el potencial de llevar a una guerra fiscal y comercial económicamente dañina y deben evitarse.

    Las siguientes recomendaciones deben guiar el diseño e implementación de políticas que aborden los desafíos de gravar modelos de negocios digitales.

    Los impuestos sobre servicios digitales deberían ser eliminados en gran medida para evitar las distorsiones que los impuestos sobre ingresos crean. En ausencia de su derogación, los países deberían aclarar formas en que las empresas puedan evitar ser gravadas dos veces sobre el mismo ingreso digital.

    Al desarrollar políticas para gravar ingresos corporativos de negocios digitales, algunos países están ajustando sus definiciones de establecimientos permanentes. Sin embargo, esto crea inmediatamente el potencial para doble tributación.

    Fuera de una reforma fundamental al sistema fiscal internacional, los países deberían reconocer que navegar definiciones de establecimientos permanentes digitales conlleva riesgos.

    Los impuestos de retención basados en ingresos brutos sobre servicios digitales son un pobre sustituto para los impuestos corporativos y representan un atajo para gravar compañías digitales sin considerar los desafíos de identificar un establecimiento permanente virtual. Los responsables políticos deberían evitar depender de impuestos de retención basados en ingresos brutos para gravar negocios digitales que no tienen presencia local.

    La fiscalidad digital seguirá siendo un tema central en el debate fiscal internacional. Diseñar políticas basadas en principios sólidos será esencial para asegurar que puedan resistir los desafíos que surgen en el entorno económico y tecnológico rápidamente cambiante del siglo XXI.

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    ¿Cómo afecta la fiscalidad a los negocios digitales globales?

    La fiscalidad impacta a los negocios digitales globales al determinar la carga tributaria según las regulaciones de cada país, influyendo en la estructura de costos y la competitividad en el mercado internacional.

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