Un Día Histórico en la Relación entre la UE y Líbano
El presidente Nikos Christodoulides, conocido por su habilidad para presentar los eventos de manera sumamente positiva, calificó la visita del jueves a Líbano junto a la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como un “día histórico”. Este encuentro no solo fue crucial en términos de contenido sino también en simbolismo, marcando la primera visita de un presidente de la Comisión Europea a Líbano.
Aunque ni von der Leyen ni el Primer Ministro de Líbano, Najib Mikati, enfatizaron el simbolismo o la importancia histórica de la reunión del jueves, su objetivo principal fue asegurar el compromiso del gobierno libanés para mantener a los refugiados sirios dentro de sus fronteras. A cambio, se ofreció ayuda financiera al gobierno de Líbano, que enfrenta serias dificultades económicas, para controlar la migración.
Von der Leyen anunció un paquete financiero de 1.000 millones de euros durante los próximos tres años, con el fin de fortalecer a Líbano tanto políticamente como económicamente y asegurar la estabilidad del país. La UE busca contribuir a la estabilidad socioeconómica de Líbano, apoyando servicios básicos como educación, protección social y salud. Además, hizo hincapié en que la UE “confía en su (del gobierno libanés) buena cooperación para la prevención de la migración ilegal y el combate al tráfico de migrantes”. Una parte significativa de la ayuda financiera se destinará a fortalecer el ejército libanés para que pueda lidiar con la migración ilegal.
Surgen dudas sobre si 330 millones de euros anuales durante los próximos tres años serán suficientes para que Líbano mejore sus servicios básicos, se fortalezca políticamente y económicamente y también refuerce su ejército para hacer frente a la migración. Sin embargo, Christodoulides no tiene dudas al respecto, afirmando que “hoy estamos dando un paso significativo para hacer a Líbano más fuerte”. Chipre ha sido uno de los “mayores defensores del fortalecimiento de las relaciones UE-Líbano y hoy me complace que esto esté avanzando sustancialmente”.
Mikati se mostró menos optimista, recordando a sus visitantes que Líbano se había convertido en un “país alternativo” para los sirios e instó a la UE a encontrar una solución “radical” con urgencia. De manera diplomática, el PM libanés sugirió que el problema era más grande que la llegada de migrantes sirios a Chipre. Si no se aborda adecuadamente la situación de los refugiados sirios en Líbano (donde hay 1.5 millones, el número más grande del mundo en proporción a la población del país), las consecuencias no se limitarían a su país sino que alcanzarían a Europa. La seguridad de Líbano es también la seguridad de Europa, afirmó.
Es evidente que, aunque la oferta de ayuda de la UE es bienvenida, el gobierno libanés espera más. Esto es comprensible, considerando que Líbano alberga a 1.5 millones de refugiados de Siria y es poco probable que destine recursos valiosos para detener la llegada semanal de unos pocos cientos de ellos a Chipre debido a la ayuda financiera que recibirá de la UE. A pesar de las declaraciones optimistas en Líbano, es dudoso que el entendimiento alcanzado tenga los resultados deseados. El gobierno podría necesitar persistir con los infames rechazos en frontera.