El impacto del plan fiscal de Biden en el bolsillo de los estadounidenses
El plan fiscal Biden, presentado en marzo, ha suscitado preocupaciones entre la clase media estadounidense, quienes ya enfrentan la subida de precios como consecuencia de las políticas económicas actuales. A pesar de la promesa del presidente de no incrementar los impuestos a aquellos que ganan menos de $400,000 al año, su propuesta de elevar el impuesto de sociedades podría tener un efecto práctico que afectaría a todos los ciudadanos, independientemente de sus ingresos.
La propuesta incluye un aumento de un tercio en la tasa impositiva corporativa, llevándola al 28%. Además, sugiere un salto del 40% en el impuesto mínimo alternativo corporativo. Estas medidas, aunque populares en círculos progresistas, ignoran una realidad económica fundamental: las corporaciones no pagan impuestos, los recaudan de quienes compran sus bienes y servicios.
Según Phil Gramm y Mike Solon en un artículo de opinión para The Wall Street Journal, cuando las tasas impositivas corporativas aumentan, las empresas intentan trasladar el costo a los consumidores. Si no logran pasar la totalidad del aumento a los consumidores, el costo recae sobre empleados e inversores. Y estos inversores no son otros que los planes de pensiones, 401(k)s, cuentas de retiro individuales y organizaciones benéficas, es decir, mecanismos en los que muchos trabajadores promedio confían para su beneficio a largo plazo.
Un estudio reciente del Tesoro de EE. UU. reveló que casi la mitad de todas las familias estadounidenses “pagan más en impuestos corporativos que en impuestos sobre la renta individuales”. Esto significa que el plan fiscal corporativo de Biden podría costar a los estadounidenses de bajos y medianos ingresos más dinero que si el Congreso aumentara sus tasas de impuestos sobre la renta.
Con las elecciones venideras, los republicanos podrían enfocarse en estas realidades económicas para argumentar contra las propuestas fiscales corporativas del presidente, quien además es señalado por haber creado la inflación asfixiante con la que las familias han luchado en los últimos años —una inflación que Biden no anticipó.
La discusión sobre el plan fiscal Biden y la subida de precios, junto con el debate sobre el incremento del impuesto de sociedades, seguirá siendo un tema central en la política estadounidense, especialmente con las implicaciones que tiene para el día a día de los ciudadanos.