La Unión Europea y Líbano: un acuerdo por la estabilidad
En un esfuerzo por fortalecer la estabilidad regional y abordar los flujos migratorios desde Líbano hacia Europa, la Unión Europea ha desvelado un significativo paquete de ayuda económica valorado en 1.000 millones de euros. Este acuerdo busca incentivar al país del cedro a reducir la migración, especialmente en un momento donde se ha registrado un incremento en el número de refugiados sirios que se dirigen hacia Chipre e Italia.
A pesar de que esta inyección económica es una buena noticia para las arcas vacías de Beirut, las autoridades libanesas reconocen que aún se requiere de mucho más apoyo financiero para superar su crítica situación económica. El estancamiento político continúa obstaculizando las reformas necesarias para acceder a otros 3.000 millones de dólares prometidos por el FMI.
Durante una visita a Beirut, en la que estuvo acompañada por el Presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que la mayor parte del paquete de ayuda se destinará a reforzar el control fronterizo, con el objetivo de frenar el flujo de solicitantes de asilo y migrantes. Este acuerdo sigue la línea de otros paquetes de ayuda de la UE destinados a países como Egipto, Túnez y Mauritania para fortalecer sus controles fronterizos.
La distribución de la ayuda, que comenzará este año y se extenderá hasta 2027, se centrará principalmente en apoyar a los refugiados sirios y otros grupos vulnerables en Líbano, así como en reforzar los servicios de seguridad libaneses en la aplicación del control de fronteras y la gestión migratoria. Una parte del monto, no especificada, se destinará a pescadores libaneses para desincentivar la venta de sus embarcaciones a traficantes.
Von der Leyen también mencionó que la UE trabajará en un “enfoque más estructurado para el retorno voluntario” de los refugiados sirios, en estrecha cooperación con la agencia de refugiados de la ONU. Asimismo, el bloque mantendrá “vías legales” para el reasentamiento de refugiados en Europa.
El Primer Ministro interino de Líbano, Najib Mikati, elogió el paquete de ayuda, señalando que “la seguridad de Líbano es seguridad para los países europeos y viceversa”. Mikati advirtió que una escalada de la crisis “no se limitará a Líbano sino que se extenderá a Europa”.
Mientras tanto, las autoridades chipriotas han expresado su preocupación por la sobrecarga que representa la migración irregular de solicitantes de asilo sirios, muchos llegando en botes desde Líbano o a través de Turquía. La UNHCR en Líbano verificó 59 salidas “reales o intentadas” en embarcaciones con un total de 3.191 pasajeros desde Líbano entre enero y mediados de abril.
Este anuncio de ayuda se produce antes de la conferencia anual de recaudación de fondos para la crisis siria en Bruselas a finales de este mes. Tras 13 años de guerra civil en Siria, se percibe un cansancio entre los donantes mientras la atención mundial se centra en las consecuencias humanitarias de conflictos más recientes en Ucrania y Gaza.
Organizaciones como Amnistía Internacional han instado tanto a las autoridades libanesas como a la Unión Europea a respetar sus obligaciones bajo el derecho internacional y no retornar forzosamente a los refugiados a Siria mientras no se cumplan las condiciones para retornos seguros, voluntarios y dignos.
Este es el último en una serie de acuerdos de cooperación migratoria negociados por la UE que buscan la asistencia de terceros países en el control fronterizo, y que están basados en la abdicación de responsabilidad hacia las personas que buscan seguridad. Estos acuerdos exponen a los individuos a riesgos de derechos humanos, erosionan la protección del asilo y socavan el sistema internacional de protección en su conjunto, según Amnistía Internacional.