Warren Buffett prevé posibles incrementos en los impuestos corporativos
En la reciente reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, su presidente, Warren Buffett, compartió su perspectiva sobre el futuro fiscal de las empresas estadounidenses. Al ser cuestionado sobre la venta de 115 millones de acciones de Apple en el último trimestre, Buffett sugirió que las compañías podrían enfrentarse a una mayor carga tributaria. “Con las actuales políticas fiscales, algo tiene que ceder. Y creo que es bastante probable que haya una subida de impuestos“, afirmó.
Buffett, conocido por su habilidad para prever tendencias económicas, no se mostró contrario a la idea de que las empresas contribuyan más al fisco. Criticó a aquellas compañías que escudriñan el código tributario en busca de pequeñas lagunas legales para reducir su carga impositiva. Recordó que, bajo la administración Trump, la tasa impositiva para corporaciones se redujo del 35% al 21% en 2017, aunque en el pasado ha sido mucho mayor.
“Pueden decidir que algún día no quieren que el déficit fiscal sea tan grande, porque eso tiene consecuencias importantes. Y puede que no quieran disminuir mucho el gasto, y decidan tomar un porcentaje mayor de lo que ganamos, y lo pagaremos”, expresó Buffett en la reunión, la primera desde el fallecimiento de su socio comercial de larga data, Charlie Munger.
El magnate ha abogado repetidamente porque aquellos que pueden pagar más impuestos, lo hagan. De hecho, se ha hecho famoso por señalar que su secretaria pagaba una tasa impositiva más alta que la suya. La administración Biden ahora busca abordar esta cuestión en el año electoral con una propuesta para aumentar los impuestos sobre las ganancias de capital, incluyendo las no realizadas.
La creciente incapacidad de la élite política de Washington para acordar cómo abordar mejor la deuda nacional de EE.UU., llevó a que S&P Global retirara la calificación AAA de la deuda soberana del país en 2011, una acción que Buffett criticó en su momento. Desde entonces, se ha unido Fitch, que rebajó la calificación de EE.UU. el año pasado, y se espera que Moody’s siga su ejemplo.
Buffett también comentó sobre la deuda nacional, destacando que no debe pensarse en términos de deuda personal. Aunque debe manejarse con prudencia –la deuda nacional de EE.UU. ahora supera los 34 billones de dólares, o el 122% de la economía– no es algo que deba pagarse como una hipoteca. Incluso las empresas no pagan su deuda; muchas simplemente negocian términos bajo los cuales pueden refinanciarla.
El empresario ve a los bonos del Tesoro de EE.UU. como la única alternativa viable y menciona que cada país tiene una experiencia diferente con la deuda, no siempre dependiente del tamaño de la misma. Si se invierte en activos productivos, la deuda es una herramienta útil para que los gobiernos mejoren el crecimiento o la resiliencia de su economía sin recurrir a los beneficios empresariales.
Buffett concluye especulando que la deuda de EE.UU. será aceptable por mucho tiempo, ya que no hay muchas alternativas. Sin embargo, señala que el problema real es la complacencia de muchas administraciones respecto al tema desde que Bill Clinton equilibró el presupuesto, sin abordar los riesgos crecientes de los programas de derecho no financiados para Medicare y Seguridad Social.