El Parlamento de Georgia aprueba controvertido proyecto de ley
El Parlamento de Georgia aprobó en última lectura un proyecto de ley sobre “agentes extranjeros”, que ahora pasa a la Presidenta Salome Zourabichvili para su aprobación. La normativa ha generado un intenso debate en el país y ha sido objeto de críticas tanto por parte de la oposición georgiana como por países occidentales, que la consideran autoritaria e inspirada en modelos rusos.
El proyecto de ley exige que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como agentes extranjeros, lo que ha suscitado preocupación por las posibles cargas administrativas y sanciones económicas para las entidades afectadas. La medida ha sido apodada “la ley rusa” por los opositores, quienes la comparan con la legislación utilizada en Rusia para perseguir a los críticos del Kremlin.
La presidenta Zourabichvili ha indicado que vetará la ley, aunque su veto podría ser anulado por una nueva votación en el parlamento, dominado por el partido gobernante y sus aliados. Durante el debate, la televisión georgiana transmitió enfrentamientos entre legisladores del partido gobernante y de la oposición, quienes se empujaron y gesticularon con ira.
Los opositores han convocado a más protestas, considerando el proyecto como una prueba de si Georgia se mantiene en el camino hacia la integración con Europa o vuelve a girar hacia Rusia. Alrededor de 1,000 manifestantes se congregaron frente al edificio del parlamento durante el debate, mientras la policía mantenía una fuerte presencia y cañones de agua estaban preparados para ser utilizados.
Las manifestaciones, que han durado semanas y alcanzan su punto máximo por las noches, han reunido a decenas de miles de personas, marcando algunas de las protestas más grandes en Georgia desde su independencia de Moscú en 1991. La Unión Europea, que otorgó a Georgia el estatus de candidato en diciembre, ha expresado en repetidas ocasiones que el proyecto de ley será un obstáculo para la integración futura del país con el bloque.
A pesar de que el partido gobernante Sueño Georgiano afirma querer unirse tanto a la UE como a la OTAN, ha adoptado una retórica antioccidental en los últimos meses. Las encuestas muestran que la opinión pública georgiana apoya firmemente la integración con la UE, mientras que muchos georgianos mantienen una actitud hostil hacia Rusia por su apoyo a las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.
Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia han instado a Georgia a retirar el proyecto de ley. Por su parte, el Kremlin niega cualquier papel en la inspiración del proyecto de ley georgiano. “Vemos una intervención descarada en los asuntos internos de Georgia desde el exterior”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.