El futuro del gasto público y el déficit en la balanza
En el panorama económico actual, el gobierno de coalición ha presentado un esquema que indica un aumento en el gasto público a corto plazo, particularmente en el año 2025. Este incremento supera incluso las cifras manejadas por el gobierno anterior, lo que ha generado debates sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo. A medida que avance el periodo de mandato, se espera que el gasto disminuya ligeramente, con la implementación de medidas que podrían resultar políticamente difíciles.
Con un déficit gubernamental objetivo del 2.8% del PIB, existe una preocupación creciente sobre la posibilidad de que el gobierno exceda la norma europea del 3%, especialmente si se presenta una desaceleración económica. Esta situación podría complicarse aún más debido a que una porción considerable de los recortes presupuestarios propuestos parece poco realista. Entre las medidas sugeridas se encuentran la eliminación del 22% de los funcionarios civiles, la reducción de la contribución a la Unión Europea y la disminución de los costos de asilo.
Ante un escenario donde estos recortes no se materialicen según lo planeado, la coalición ha indicado que realizaría ajustes ad-hoc a los presupuestos de manera proporcional. Esta estrategia podría reforzar una recesión económica cíclica y, además, desencadenar tensiones políticas y una incertidumbre en las políticas a seguir.
Los analistas advierten que si bien los planes a corto plazo pueden parecer favorables para estimular la economía, es crucial tener en cuenta los efectos a largo plazo que estos aumentos en el