Chipre se enfrenta a una grave escasez de agua, con los niveles de los embalses en mínimos históricos. La falta de precipitaciones ha dejado muchas presas por debajo de su capacidad media, y la mayor de ellas, Kouris, sólo retiene 41,9 millones de metros cúbicos de agua, frente a los 61 millones del año pasado.
Philippos Tymvios, Director del Departamento Meteorológico, comentó a Phileleftheros que este año se sitúa como el décimo más seco en los últimos 123 años. Esta falta de lluvias ha dejado al descubierto los fondos de los embalses, según datos del Departamento de Desarrollo del Agua.
Un panorama preocupante
El almacenamiento nacional de agua actualmente se encuentra en solo el 42,1% de su capacidad, una caída significativa desde el 65,6% del año pasado. La situación es particularmente crítica en las presas de Argaka (20,2%), Kalavasos (28,6%) y Vyzakia (29,1%).
Kouris, la mayor presa de Chipre, está en una capacidad precaria del 36,5%, reteniendo solo 41,9 millones de metros cúbicos de agua en comparación con los 61 millones del año pasado.
El panorama general es desolador en todas las regiones. Las presas del Oleoducto del Sur, con una capacidad combinada de 189,4 millones de metros cúbicos, están al 38,4% de su capacidad, una disminución desde el 60,7% en 2023. Los sistemas de presas de Pafos y Chrysochou también están significativamente por debajo de los niveles promedio.
Esperanzas limitadas
Aunque algunas presas, como Kalopanagiotis, Agia Marina y Pomos, muestran niveles de agua más altos en comparación con el año pasado, es poco probable que proporcionen un alivio sustancial.
Con la temporada de lluvias terminada y el calor del verano aumentando la demanda de agua, es improbable que la situación mejore en los próximos meses.