El Reino Unido presentó el jueves una nueva definición de extremismo en respuesta al aumento de delitos de odio contra judíos y musulmanes tras los ataques de Hamas en Israel el 7 de octubre. Sin embargo, críticos señalan que este cambio podría infringir la libertad de expresión.
A principios de este mes, el Primer Ministro Rishi Sunak advirtió que la democracia multiétnica de Gran Bretaña estaba siendo socavada por extremistas islamistas y de ultraderecha. Incidentes antisemitas aumentaron un 147% en 2023 a niveles récord, especialmente después de los ataques del 7 de octubre, según la Community Security Trust, un organismo de seguridad judío. Tell Mama, un grupo que monitorea incidentes contra musulmanes, informó que los delitos de odio anti-musulmanes también habían aumentado un 335% desde los ataques.
“Nuestra democracia y nuestros valores de inclusividad y tolerancia están siendo desafiados por grupos extremistas, que están radicalizando a nuestros jóvenes y fomentando una mayor polarización”, dijo Michael Gove, ministro de comunidades a cargo del departamento que produjo la nueva definición de extremismo.
La preocupación ha sido expresada por figuras que van desde el Arzobispo de Canterbury Justin Welby, cabeza espiritual de la Comunión Anglicana, hasta exministros del gobierno conservador.
En respuesta, Gove afirmó que la definición no abarcaría a los activistas críticos de género, aquellos con puntos de vista religiosos conservadores, activistas transgénero o ecologistas. “Es importante destacar que no pretendemos restringir en modo alguno la libertad de expresión, religión o creencia”, dijo Gove al parlamento.
Sin embargo, nombró a varias organizaciones que serán evaluadas, como la Alternativa Patriótica de extrema derecha, la Asociación Musulmana de Gran Bretaña (MAB) y Cage, un grupo que ganó notoriedad en 2015 por sus vínculos con Mohammed Emwazi, conocido como “Jihadi John”, quien apareció en videos de decapitaciones del Estado Islámico. MAB y Cage han condenado el cambio de definición diciendo que era un asalto a las libertades civiles que apuntaba a grupos musulmanes.
La nueva definición establece que el extremismo “es la promoción o avance de una ideología basada en la violencia, el odio o la intolerancia” que busca destruir derechos y libertades fundamentales; o socavar o reemplazar la democracia parlamentaria liberal del Reino Unido; o crear intencionalmente un ambiente para que otros logren esos resultados.
El Reino Unido ya prohíbe grupos que dice están involucrados en terrorismo, y apoyar o ser miembro de estas organizaciones es un delito penal. El grupo militante palestino Hamas está entre las 80 organizaciones internacionales proscritas.
Los grupos identificados como extremistas tras una evaluación en las próximas semanas no estarán sujetos a ninguna acción bajo las leyes penales y aún se les permitirá realizar manifestaciones. Pero el gobierno no les proporcionará financiamiento ni otro tipo de compromiso. Actualmente, no hay grupos que hayan sido oficialmente definidos como extremistas utilizando la antigua definición que ha estado en vigor desde 2011.