Retraso en la polémica ley británica de deportación de refugiados a Ruanda
La controvertida propuesta del Primer Ministro británico, Rishi Sunak, para deportar refugiados a Ruanda podría enfrentar un retraso hasta el próximo mes después de que la cámara alta del parlamento derrotara al gobierno y restableciera la demanda de mayores protecciones.
El gobierno busca reubicar a miles de solicitantes de asilo que llegan a Gran Bretaña cada año en pequeñas embarcaciones inflables para vivir en Ruanda, pero los desafíos legales han impedido hasta ahora que alguien sea enviado al país del este africano. La legislación es central para el compromiso de Sunak de detener la llegada de solicitantes de asilo y espera que los vuelos de deportación reviertan la suerte de su Partido Conservador, que va muy por detrás en las encuestas con las próximas elecciones en el horizonte.
Miembros no electos de la Cámara de los Lores, compuesta en gran parte por ex políticos y funcionarios gubernamentales, votaron el miércoles por segunda vez para enmendar la legislación e implementar más salvaguardias para proteger los derechos de los solicitantes de asilo.
La derrota del gobierno significa que el proyecto de ley será devuelto a la Cámara de los Comunes en un proceso conocido como “ping-pong parlamentario”, donde ambas cámaras intentan encontrar un terreno común. El ida y vuelta resultante hace que sea poco probable que el proyecto se convierta en ley hasta después del receso de Pascua del parlamento – a mediados del próximo mes como muy pronto.
Esto probablemente retrasará el inicio de los primeros vuelos de deportación porque, según un funcionario gubernamental, probablemente tomará al menos un mes organizarlos desde el momento en que se apruebe la legislación.
El gobierno sufrió un revés en su plan para enviar solicitantes de asilo a Ruanda el año pasado cuando la Corte Suprema del Reino Unido dictaminó que la política era ilegal debido al riesgo de que las personas enviadas allí pudieran ser devueltas a su país de origen y su seguridad puesta en peligro. Para superar las objeciones del tribunal, el gobierno de Sunak está pasando el proyecto de ley que declara a Ruanda un país seguro para los solicitantes de asilo y deja sin efecto partes de la ley de derechos humanos en un intento por bloquear futuros desafíos legales.