El Ministro de Trabajo en el Ojo del Huracán
En un reciente informe sobre la gestión del Ministerio de Trabajo, el ministro Yiannis Panayiotou ha dejado clara su postura favorable hacia los intereses de los jefes sindicales. Según críticos del sector empresarial, Panayiotou ha actuado como un
El balance anual presentado por el Ministro resalta una serie de logros alineados con las peticiones sindicales, como el incremento del porcentaje del CoLA, la subida del salario mínimo por decreto y en la industria hotelera, la introducción de legislación para el teletrabajo, la prohibición del trabajo al aire libre durante olas de calor y la elaboración de leyes que protegen a los trabajadores de permanecer de pie por periodos prolongados. Además, ha extendido la baja por maternidad a cinco meses y medio y aumentado en €100 los ingresos de abogados y ingenieros en ejercicio.
Para el próximo año, el Ministro de Trabajo planea enfocarse en la regulación más estricta de los términos y condiciones laborales, ofrecer más apoyo a los padres trabajadores y abordar el trabajo ilegal; entre otras medidas, también pretende extender la licencia parental y aumentar la asignación por nacimiento. Aunque se reconocen planes loables para aumentar la seguridad en el lugar de trabajo, la mayoría de sus medidas consisten en beneficios incrementados, similares a los tomados por el gobierno de Christofias.
La economía chipriota se encuentra cerca de alcanzar niveles de pleno empleo, con una escasez laboral estimada en unos 150.000 trabajadores, según las propias estimaciones del ministro. Ante esta situación, Panayiotou parece ignorar el problema urgente que esto representa para la industria hotelera, prefiriendo centrarse en combatir el empleo ilegal mediante un aumento del 65% en las inspecciones y en las multas. Esto ocurre en un momento en que las empresas no logran encontrar trabajadores.
Para el ministro pro-sindicato, la economía no se verá afectada negativamente por la insuficiencia numérica en el mercado laboral. Sin embargo, surge la pregunta: ¿está preparando Panayiotou a las empresas para aceptar que las aprobaciones ministeriales para trabajadores de terceros países no satisfarán las necesidades de la economía? Probablemente, ya que también sugirió que debería haber una “mejor cooperación” entre los socios sociales (sindicatos y empleadores) sobre el empleo de trabajadores extranjeros, algo que parece poco probable. Los sindicatos han intentado consistentemente minimizar el empleo de trabajadores extranjeros y Panayiotou parece estar ayudándolos a lograr este objetivo con su retórica sobre consenso y cooperación.
El consenso se torna inalcanzable cuando el Ministro de Trabajo encargado de mediarlo muestra un sesgo tan evidente contra el sector empresarial.