La Unión Europea estudia un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, que incluye la prohibición de exportar gas natural licuado ruso. Este sería el 14º paquete de sanciones desde la invasión de Ucrania hace más de dos años. Sin embargo, algunos Estados miembros, como Chipre, Grecia y Malta, se muestran escépticos ante estas medidas, por considerar que podrían tener consecuencias negativas en el sector marítimo.
Preocupaciones del Sur de Europa
Desde finales de febrero, cuando la UE impuso su 13º paquete de sanciones, se ha estado elaborando una nueva lista de medidas restrictivas. Este nuevo paquete se espera que se finalice en las próximas semanas, mientras que un nuevo borrador relacionado fue discutido el pasado miércoles.
Las medidas propuestas incluyen una prohibición a las exportaciones de gas natural licuado ruso. Sin embargo, países del sur de Europa con una actividad extensa en el sector marítimo, como Grecia, Chipre y Malta, no ven esta medida con buenos ojos. El representante chipriota argumentó que esta medida será contraproducente, una posición respaldada por Atenas y La Valeta.
Un informe del corresponsal en Bruselas del Financial Times indica que “Grecia, Chipre y Malta se han opuesto a tales medidas, argumentando que llevarían a los gestores de barcos a utilizar métodos aún más opacos para ocultar sus flotas. Esto, según los Estados miembros en cuestión, aumentará el riesgo de un desastre marítimo importante y dañará la industria naviera en general.”
Además, se aclara que “el mayor problema concierne al endurecimiento de las sanciones contra los petroleros utilizados por Rusia para transportar crudo con seguros no verificados y estructuras de propiedad opacas.”
El informe basado en funcionarios de la UE al tanto de las discusiones ha sido citado por muchas publicaciones internacionales como creíble. El artículo también registra la especificidad de la medida propuesta, ya que “será la primera vez que la Unión Europea apunta oficialmente a los productos de gas natural de Rusia”.
Más allá del sur de Europa, varios otros países están en el otro lado del espectro, describiendo las últimas sanciones energéticas propuestas como un paso adelante. Chipre es uno de los países con costos directos derivados de las sanciones rusas, ya que el sector de servicios administrativos sufrió un fuerte golpe. Sin embargo, demostró un alto grado de cumplimiento con el presidente Christodoulides tomando medidas específicas.