Sudáfrica se preparaba para poner fin a tres décadas de dominio del partido que la liberó del apartheid el sábado, ya que los votantes, enojados por el desempleo, la desigualdad y la escasez de energía, redujeron la participación del Congreso Nacional Africano (ANC) al 40% de los votos. Un mandato dramáticamente debilitado para el partido legado de Nelson Mandela, que bajó del 57.5% obtenido en las elecciones parlamentarias de 2019, significa que el ANC debe compartir el poder con un rival para mantenerlo, una perspectiva sin precedentes.
Resultados de las elecciones
El conteo de votos de las elecciones del miércoles entraba en sus etapas finales el sábado por la mañana, con resultados de 98% de las estaciones de votación que daban al ANC un 40.15%. El principal partido de oposición, la Alianza Democrática (DA), tenía un 21.71%, y uMkhonto we Sizwe (MK), un nuevo partido liderado por el expresidente Jacob Zuma, logró captar un 14.76%.
El ANC ha ganado todas las elecciones nacionales anteriores por un margen abrumador desde el histórico voto de 1994 que puso fin al gobierno de la minoría blanca, pero en la última década su apoyo ha disminuido a medida que la economía se estancaba, el desempleo aumentaba y las carreteras y estaciones de energía se deterioraban.
El fuerte desempeño de MK, especialmente en la provincia natal de Zuma, KwaZulu-Natal, es una de las principales razones por las que el ANC no logró asegurar una mayoría y ahora tendrá que llegar a un acuerdo de coalición u otra forma de acuerdo con uno o más partidos pequeños.
La participación de los partidos políticos en los votos determina sus escaños en la Asamblea Nacional, que elige al presidente de la nación. Los inversores en la economía más industrializada de África esperan que la imagen incierta pueda aclararse rápidamente.
En teoría, el presidente Cyril Ramaphosa aún puede mantener su puesto, ya que el antiguo movimiento de liberación estaba en camino de obtener aproximadamente el doble de votos que el siguiente partido. Pero estará gravemente debilitado y podría enfrentar llamados a renunciar tanto de los partidos de oposición como de los críticos en el profundamente dividido ANC.
El viernes, sin embargo, un alto funcionario del ANC lo respaldó para que continúe como líder del partido, y los analistas dicen que no tiene un sucesor obvio. Un acuerdo para mantener al ANC en la presidencia podría implicar el respaldo de la oposición a cambio de puestos en el gabinete o más control del parlamento, tal vez incluso la presidencia del mismo.
La comisión electoral ha programado un anuncio final de resultados para el domingo.