El desafío de la construcción sostenible en África
El auge de la construcción en los países africanos brinda la oportunidad de adoptar técnicas de diseño ecológico y materiales respetuosos con el clima para reducir las emisiones. Sin embargo, problemas como la escasez de materiales y la falta de inversión dificultan la transición a la construcción sostenible. Aproximadamente el 70% de los edificios que existirán en África en 2040 aún no se han construido, lo que representa una oportunidad significativa para impactar positivamente en el clima a través de prácticas de construcción más verdes.
La emergencia climática, que provoca sequías más largas y frecuentes, tormentas e inundaciones en todo el continente, hace que sea aún más crítico proteger a las poblaciones mediante la adopción de estas prácticas. No obstante, el arquitecto nigeriano Eshemokhai Akpene experimentó las dificultades de este enfoque cuando intentó utilizar materiales sostenibles para diseñar unidades de condominio en un suburbio de Lagos, lo que resultó en un presupuesto triplicado debido a la necesidad de importar materiales y mano de obra especializada.
El sector global de la construcción es responsable de casi el 40% de las emisiones de carbono, lo que subraya la necesidad de un cambio radical en el diseño, construcción y operación de edificaciones para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius. Caitlin Wale, fundadora del acelerador de tecnología climática africano Kinjani, destaca que el rápido desarrollo del continente ofrece la posibilidad de innovar rápidamente a gran escala.
En Nigeria, por ejemplo, se espera que la población casi se duplique para 2050, y ya existe un déficit habitacional de alrededor de 28 millones de unidades. Aunque las tecnologías y procesos vanguardistas necesarios para “verdear” el sector a menudo se desarrollan en Europa y Norteamérica, existen innovaciones locales en África, como el uso de residuos mineros y biochar como sustitutos del cemento en concreto.
Los expertos en la industria señalan que los gobiernos tienen un papel clave que desempeñar a través de códigos de construcción obligatorios y la adquisición a gran escala de materiales de construcción. Invertir en alternativas verdes puede impulsar la industria y demostrar que los nuevos procesos son seguros y confiables. Por ejemplo, el gobierno de India está trabajando en regulaciones para promover la adopción de cemento de arcilla calcinada con caliza (‘LC3’), que puede reducir las emisiones asociadas con la producción de cemento hasta en un 40%.
La política gubernamental es crucial para fomentar una arquitectura más verde, como señala Akpene, quien sugiere incentivos fiscales para empresas locales que fabriquen materiales de construcción eficientes energéticamente. “Si el gobierno quiere mucha arquitectura verde, tiene que tomar la iniciativa”, concluye.




