Debate en el Congreso sobre la Extensión de los Recortes Fiscales
En Washington, la discusión sobre el futuro de los recortes fiscales de la era Trump está cobrando impulso a medida que se acerca la fecha de expiración de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos (Tax Cuts and Jobs Act) de 2017. Economistas y propietarios de pequeñas empresas han instado al Congreso a considerar la extensión o permanencia de estas reducciones impositivas, argumentando su importancia para la reinversión en sus negocios.
Durante una audiencia ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara, empresarios de Virginia Occidental y Wisconsin compartieron sus testimonios, destacando cómo las deducciones les han permitido mejorar sus operaciones. La ley actual permite a algunos empresarios deducir hasta un 20% de sus ingresos comerciales calificados, además de ofrecer recortes temporales en la compra de equipos nuevos y otros activos calificados.
El presidente del comité, Jason Smith, enfatizó que el Congreso debe actuar pronto para evitar lo que podría ser el mayor aumento de impuestos en la historia sobre trabajadores, familias, agricultores y pequeñas empresas. Por otro lado, los demócratas criticaron la ley como un “obsequio fiscal corporativo”, argumentando que beneficia desproporcionadamente a los ricos y bien conectados.
Michael Ervin, fundador de Coal River Coffee Company, compartió cómo su negocio se ha beneficiado de los cambios en el código fiscal, especialmente las deducciones temporales para empresas unipersonales, sociedades y corporaciones S. Advirtió que sin la extensión de esta deducción especial, enfrentará un “significativo aumento de impuestos”. Austin Ramirez, presidente y CEO de Husco International Inc., también apoyó la deducción para empresas pasivas, señalando que ha nivelado el campo de juego con sus pares organizados como corporaciones.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable y el Centro de Política Fiscal estiman que extender la ley podría costar al gobierno entre $3.3 trillones y $3.6 trillones en los próximos diez años. Sin embargo, los propietarios de pequeñas empresas insisten en que la ley ha sido un salvavidas financiero.
La audiencia se llevó a cabo en un contexto de negociaciones estancadas en el Senado sobre un proyecto de ley fiscal a corto plazo que había obtenido un raro apoyo bipartidista en la Cámara en enero. Los propietarios de negocios han instado al Senado a aprobar el proyecto, que reviviría incentivos fiscales vencidos o por vencer y expandiría el crédito tributario por hijos.
Con medidas temporales bajo la TCJA que expiran el 31 de diciembre de 2025, el debate sobre los recortes fiscales y su impacto en las pequeñas empresas continúa siendo un tema candente en el Congreso.