Controversia en torno a la redada policial en Limassol
La policía de Limassol se ha visto obligada a refutar las acusaciones de abuso hacia ciudadanos bangladesíes tras una redada que ha generado críticas y controversia. El operativo, que tuvo lugar en un edificio considerado peligroso en el centro de la ciudad, resultó en la trágica muerte de Anisur Rahman, un joven de 23 años.
Un mensaje de texto, presuntamente enviado por uno de los 11 bangladesíes que residían en el apartamento del quinto piso, ha salido a la luz durante una protesta frente a las oficinas del CID de Limassol. En dicho mensaje se denuncia que los oficiales atacaron y abusaron de los residentes durante la redada. “Estábamos durmiendo cuando unos desconocidos irrumpieron en nuestro piso rompiendo la puerta”, relata el mensaje, añadiendo que los oficiales estaban vestidos de civiles y que no pudieron identificarlos como policía de inmigración.
La versión ofrecida por la policía contrasta con estos testimonios. Las autoridades insisten en que solo dos oficiales participaron en la redada y que estos tocaron a la puerta y recibieron consentimiento antes de entrar al apartamento. Sin embargo, la crítica pública se intensificó el viernes, con alegaciones de que hasta 15 oficiales entraron por la fuerza y derribaron la puerta. Se ha presentado una queja ante la autoridad independiente que investiga a los oficiales de policía.
El sábado por la noche, la fuerza policial emitió un comunicado donde afirmaba que ninguno de los bangladesíes había hecho reclamaciones sobre violación del acceso al apartamento o alegatos de violencia. Sin embargo, las declaraciones policiales han sido cuestionadas, especialmente ante alegaciones de que los hombres no han tenido acceso a un abogado. Michalis Paraskevas, abogado, enfatizó que toda persona tiene derecho a representación legal, independientemente de su situación migratoria en Chipre.
Algunos cercanos a los bangladesíes afirman que no han tenido acceso a ningún abogado y que dos están detenidos en Larnaca con planes de ser deportados. La policía no ha abordado estas acusaciones en su comunicado y mantiene que todos los hombres detenidos residían ilegalmente en Chipre. No se han proporcionado actualizaciones sobre el propietario del apartamento, el cual fue alquilado por €2,000 a pesar de estar catalogado como peligroso y destinado a menos ocupantes.
La policía ha instado a cualquier persona con un testimonio diferente sobre el incidente a contactar inmediatamente con la sede del CID o con la Línea del Ciudadano. El caso sigue desarrollándose mientras la comunidad espera respuestas y justicia por la muerte de Anisur Rahman.