El Presupuesto Federal y el Secretismo Presupuestario
En vísperas de la presentación del nuevo presupuesto federal, el secretismo presupuestario ha sido un tema de discusión candente. Tradicionalmente, la confidencialidad del presupuesto ha sido una práctica respetada para evitar que ciertos grupos o contribuyentes obtengan ventajas indebidas. Sin embargo, la tendencia actual muestra una inclinación hacia filtraciones estratégicas y anuncios políticos prolongados, lo que ha generado cierta decepción entre los observadores y analistas económicos.
El gobierno federal ha sido objeto de críticas por los problemas de vivienda y el aumento de los alquileres. Por ello, se espera que el tema de la vivienda ocupe un lugar destacado en el presupuesto del martes. Recientemente, el gobierno presentó su plan de vivienda, apuntando a la falta de inversión en la construcción de hogares por parte de administraciones anteriores como una de las causas de la crisis actual, aunque omitiendo otros factores fundamentales como la inmigración descontrolada, la inflación y la escasez de mano de obra cualificada.
El documento del plan de vivienda carece de detalles sobre cómo abordar estos problemas estructurales, pero promete inversiones en diversas iniciativas y ajustes en las reglas fiscales existentes. Se promete la construcción de un número poco realista de nuevas viviendas, además de las ya planificadas.
En cuanto a los impuestos, hay expectativas sobre posibles enmiendas al Impuesto Mínimo Alternativo y sus efectos en las donaciones caritativas. También se está atento a cualquier subida de impuestos personales, directa o indirectamente, especialmente aquellos que podrían afectar a los contribuyentes con ingresos más altos.
Un tema preocupante es si se contemplarán aumentos en los impuestos corporativos o un “impuesto sobre beneficios excesivos”, lo cual sería perjudicial para la competitividad de Canadá y contraproducente para mejorar su productividad rezagada. Además, se especula sobre si habrá cambios en la tasa de inclusión de las ganancias de capital o la introducción de nuevos créditos fiscales personales, lo cual podría complicar aún más el sistema tributario.
Finalmente, se prestará especial atención al aumento esperado de los cargos por la deuda pública, que se acercan a lo que Canadá recauda anualmente en ingresos por GST, poniendo en riesgo la prosperidad de las futuras generaciones.
Los expertos y ciudadanos canadienses esperan un presupuesto que refleje un plan realista y responsable que garantice el bienestar financiero y la prosperidad futura del país.