Descubrimiento Estelar en la Constelación de Aquila
Un equipo internacional de astrónomos ha realizado un hallazgo significativo en la constelación de Aquila. Un agujero negro con una masa 33 veces superior a la del Sol fue descubierto en la Vía Láctea, situado a 2.000 años luz de la Tierra. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre los confines de nuestro vecindario cósmico, sino que también desafía las teorías existentes sobre la formación y evolución de estos fenómenos celestes.
El agujero negro, denominado Gaia BH3, se formó a partir de una estrella de baja metalicidad y es el mayor agujero negro estelar conocido, excluyendo al agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de nuestra galaxia. La identificación de Gaia BH3 fue posible gracias a las observaciones realizadas por la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea, que está compilando un extenso censo estelar. El movimiento oscilante de su estrella compañera fue clave para detectar su presencia.
Los agujeros negros son objetos extremadamente densos cuya gravedad es tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar de ellos, lo que los hace difíciles de observar. Sin embargo, el uso de datos del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile y otros observatorios terrestres permitió verificar la masa del agujero negro.
Según Pasquale Panuzzo, ingeniero de investigación en el CNRS y autor principal del estudio publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, “este agujero negro no solo es muy masivo, sino también muy peculiar en muchos aspectos. Es realmente algo que nunca esperábamos ver”. Por ejemplo, Gaia BH3 y su compañera viajan dentro de la galaxia en dirección opuesta a cómo las estrellas suelen orbitar en la Vía Láctea.
El estudio coautorizado por el astrónomo Tsevi Mazeh de la Universidad de Tel Aviv sugiere que Gaia BH3 probablemente se formó tras la muerte de una estrella que tenía más de 40 veces la masa del Sol. La estrella progenitora de Gaia BH3 estaba compuesta casi enteramente de hidrógeno y helio, elementos típicos de las estrellas del universo temprano con baja metalicidad.
La estrella compañera de Gaia BH3, tan antigua como la otra, tiene aproximadamente el 76% de la masa del Sol y es un poco más fría, pero alrededor de 10 veces más luminosa. Orbita el agujero negro en una trayectoria elíptica con una distancia que varía entre aproximadamente 4.5 y 29 unidades astronómicas (AU).
Elisabetta Caffau, astrónoma del Observatoire de Paris y coautora del estudio, señaló: “El resultado sorprendente para mí fue el hecho de que la composición química de esta estrella compañera no muestra nada especial, por lo que no fue afectada por la explosión de supernova del agujero negro”.
La magnitud máxima que pueden alcanzar los agujeros negros estelares sigue siendo un tema de debate científico activo. “La masa máxima para un agujero negro estelar es un asunto de debate científico activo”, afirmó Panuzzo. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre los misteriosos confines de nuestro universo sino que también plantea nuevas preguntas sobre los límites y comportamientos de estos gigantes cósmicos.