La reinserción social y la brecha digital
La inclusión digital se ha convertido en un tema crucial para aquellos que buscan reintegrarse a la sociedad tras períodos prolongados de encarcelamiento. Un estudio reciente revela las dificultades que enfrentan los exreclusos, especialmente aquellos de edad avanzada o que han cumplido largas condenas, al tratar de adaptarse a un mundo cada vez más dependiente de la tecnología.
Las entrevistas realizadas a 15 australianos, con edades comprendidas entre los 47 y 69 años, evidencian el desafío que representa la alfabetización tecnológica para quienes han vivido alejados de los rápidos avances digitales. Los participantes describieron sentirse como extraños en un mundo donde la supervivencia depende de la habilidad para utilizar la tecnología, una realidad que les resulta ajena y abrumadora.
Esta situación no solo afecta su sentido de identidad y autoeficacia, sino que también incrementa el estigma y la carga emocional durante un período ya de por sí estresante. La
Si bien la tecnología no está completamente ausente en las prisiones, los entrevistados señalaron que los programas y dispositivos tecnológicos disponibles son anticuados o limitados en relevancia para sus vidas inmediatas tras la liberación. A pesar de los intentos recientes por introducir dispositivos con pantalla táctil en las cárceles australianas, los exreclusos afirmaron que existe una falta de educación sobre cómo utilizar estas herramientas, lo que podría aumentar la división digital incluso dentro del sistema penitenciario.
Los entrevistados sugirieron la necesidad de invertir en programas específicos de alfabetización tecnológica adaptados a las necesidades únicas de esta población, tanto antes como después de su liberación. Mostraron interés en programas que les permitan aprender en entornos libres de estigma y juicio, con experiencia práctica y apoyo presencial. Además, destacaron la importancia de recibir formación mientras están en prisión, con soporte adicional una vez en libertad.
Para mejorar la inclusión digital de las personas en prisión es necesario un cambio actitudinal por parte de las autoridades gubernamentales y la comunidad. Esto implica un compromiso con prácticas que pongan la rehabilitación en el centro, equilibrando las necesidades de seguridad y segregación. Según las evidencias, podemos estar seguros de que esto fomentará un cambio positivo para el 95% de los prisioneros australianos que serán liberados eventualmente.