La estrategia fiscal de los EAU y su impacto en el ecosistema empresarial
En el ámbito del análisis de mercado y el sector inmobiliario, mi papel a menudo implica navegar a través de nuevas dinámicas de mercado, donde las discusiones frecuentemente se centran en la implementación por parte de los EAU de un impuesto de sociedades del 9% y su impacto en el ecosistema empresarial.
Contrariamente a la preocupación de que este impuesto podría disuadir a las empresas de establecer su presencia en los EAU o impulsar a las entidades existentes a cesar operaciones, percibo esta estrategia como excepcionalmente astuta, ya que este método no solo extrae dinero de los negocios sino que redirige estratégicamente los impuestos que de otro modo habrían beneficiado a las naciones de origen de las empresas. Este enfoque significa un mecanismo ingenioso para que los EAU amplíen sus flujos de ingresos más allá de la dependencia del petróleo.
Para orquestar tal maniobra crucial se requirió una extensa preparación y planificación estratégica. Los EAU han forjado una impresionante red de 193 Acuerdos de Doble Imposición (DTAs) a través de la mayoría de las jurisdicciones fiscales globales. Estos tratados resaltan las medidas proactivas de los EAU para proteger a las empresas de la doble tributación sobre el mismo ingreso. Al retener una parte de estos impuestos, los EAU cultivan un paisaje económico atractivo para los negocios internacionales y la inversión, marcando un cambio estratégico hacia el aumento de las fuentes de ingresos no petroleros de la nación y cimentando su estatus como un centro líder para el negocio y la inversión.
El impuesto de sociedades, aplicado sobre los beneficios empresariales que superan los 375,000 AED, es competitivo en relación con otras naciones, mejorando el atractivo de los EAU como destino preferido para las empresas globales. El marco fiscal exime cuidadosamente el ingreso personal, las inversiones inmobiliarias y otros ingresos no empresariales, aligerando así la carga de cumplimiento para las compañías.
Hasta este punto, los EAU han establecido con éxito 193 DTAs y Tratados Bilaterales de Inversión (BITs), abordando tanto los impuestos corporativos directos como indirectos para mitigar o abolir los impuestos corporativos sobre inversiones y ganancias.
Dubái ha celebrado 92 tratados de doble imposición a través de diversas corrientes de ingresos, como dividendos, regalías, intereses y ganancias inmobiliarias. Para las empresas internacionales, los impuestos remitidos en Dubái generalmente pueden compensarse contra las obligaciones en sus países de origen, sujeto a los detalles de cada tratado y al marco legal de sus tierras natales.
Por lo tanto, la lógica detrás de la estrategia fiscal de los EAU es clara: es un esfuerzo bien considerado para diversificar fuentes de ingresos, fomentar el comercio internacional y asegurar la sostenibilidad económica más allá del petróleo. Con su infraestructura de vanguardia en varios sectores, la omisión de los EAU como ubicación central representa una oportunidad significativamente perdida para las empresas globales. Los EAU siguen siendo óptimos para aquellos que buscan prosperar, trabajar y operar en un entorno dinámico y con visión de futuro.