Detalles sobre el cálculo de víctimas en Gaza
Las autoridades sanitarias palestinas han comunicado que la campaña terrestre y aérea de Israel en Gaza ha matado a más de 35,000 personas, en su mayoría civiles, y ha expulsado de sus hogares a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes del enclave. Este conflicto comenzó el 7 de octubre cuando militantes de Hamas cruzaron la frontera hacia comunidades israelíes. Israel sostiene que los militantes mataron a más de 1,200 personas, también en su mayoría civiles, y secuestraron a 253 llevándolos a Gaza.
El Ministerio de Sanidad palestino informó de una cifra de 34.844 muertos, de los cuales 21.058 se contabilizaron a partir de los cadáveres llegados a los depósitos de cadáveres y 3.715 fueron notificados en línea por familiares. Además, se listaron 10.071 muertes con “datos incompletos”, sin especificar cómo o dónde fueron reportados originalmente al ministerio.
La credibilidad de las cifras es respaldada por la Organización Mundial de la Salud, que ha considerado al ministerio con “buena capacidad en recolección y análisis de datos”. Incluso las Naciones Unidas citan regularmente las cifras del ministerio, nombrándolo como fuente.
A pesar del control de Hamas sobre el gobierno en Gaza, el Ministerio de Salud también responde al ministerio general de la Autoridad Palestina en Ramallah. Los funcionarios israelíes han cuestionado las cifras debido a este control, aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció recientemente que 14.000 combatientes de Hamas y 16.000 civiles palestinos habían muerto en la guerra.
El Ministerio de Salud palestino indica que más del 70% de los fallecidos son mujeres y niños menores de 18 años. Aunque las condiciones en los hospitales que compilan las cifras se han dificultado debido al conflicto, y muchos de los muertos pueden no ser identificables como resultado de sus heridas.
En mayo, el ministerio actualizó su desglose de las fatalidades basándose únicamente en los 24.686 cuerpos que dijo habían sido plenamente identificados, y no en los más de 10.000 cuerpos que aún no se han identificado. Este cambio resultó en una disminución significativa de las cifras, lo que provocó que Israel planteara más preguntas sobre las cifras.
