El presidente Joe Biden está dispuesto a debatir dos veces con su rival republicano Donald Trump
En un giro inesperado en la carrera hacia la Casa Blanca, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha expresado su disposición para enfrentarse en dos debates televisivos al exmandatario Donald Trump. Este anuncio marca la primera vez que Biden establece términos concretos para debatir con Trump ante las cámaras nacionales antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Biden ha instado a su oponente a unirse a él en los debates presidenciales propuestos para junio y septiembre, una invitación que Trump ha aceptado a través de una publicación en su plataforma Truth Social. Sin embargo, Trump ha sugerido la realización de más de dos debates y ha propuesto un lugar de gran capacidad “para darle emoción”.
La propuesta del presidente demócrata, ofrecida formalmente por su campaña, requiere negociaciones directas entre las campañas de Trump y Biden sobre las reglas, los anfitriones de la red y los moderadores para los debates uno a uno.
Con este movimiento, Biden demuestra su disposición a asumir ciertos riesgos calculados para mejorar su posición en las encuestas de opinión, donde se encuentra por detrás de Trump en estados clave, mientras los votantes muestran preocupación por su edad y su manejo de la economía.
En respuesta a Biden, Trump no tardó en calificarlo como “el peor debatiente” al que se ha enfrentado. “Estoy listo y dispuesto a debatir con el Deshonesto Joe en las dos fechas propuestas en junio y septiembre”, publicó Trump, quien también insinuó que Biden teme a las multitudes porque “no las consigue”.
El presidente Biden también aprovechó para hacer una referencia velada a los problemas legales de Trump, sugiriendo irónicamente que podrían celebrar los debates los miércoles, día en que se toman recesos en el juicio por pagos clandestinos en el que está involucrado Trump en Nueva York.
Biden ha anunciado que no participará en los debates televisados tradicionales organizados por la Comisión de Debates Presidenciales, una entidad apartidista que ha gestionado los debates presidenciales desde 1988. La campaña de Biden busca que los debates comiencen mucho antes de las fechas propuestas por la comisión, permitiendo así que los votantes puedan comparar a ambos candidatos antes del inicio de la votación anticipada en septiembre.
Además, la campaña desea que solamente participen los dos candidatos y el moderador, sin audiencia en persona ni la inclusión de candidatos independientes o de terceros partidos como Robert F. Kennedy Jr.
Aunque todavía hay detalles por resolver, incluidos los moderadores de la red, el portavoz de la campaña Biden-Harris, Michael Tyler, enfatizó el deseo de “asegurarnos de tener una conversación estructurada sobre los temas que le importan al pueblo estadounidense”.
