Condenas a Líderes Kurdos Elevan la Tensión Política en Turquía
En un fallo que probablemente intensificará las tensiones políticas en Turquía, un tribunal turco ha condenado a Selahattin Demirtas, exlíder del partido prokurdo HDP, a más de 40 años de prisión. La sentencia se debe a su papel en la instigación de protestas en 2014, que surgieron tras un ataque del Estado Islámico a la ciudad kurda siria de Kobani.
Figen Yuksekdag, otra líder del mismo partido, recibió una pena de cárcel de poco más de 30 años. Estas sentencias llegan en un momento crítico para el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que podría ser disuelto en un caso judicial separado y que ha sido sucedido en el parlamento por el partido prokurdo DEM.
Los abogados defensores y los observadores presentes en la sala del tribunal, ubicado en un complejo penitenciario en las afueras de Ankara, protestaron golpeando mesas y entonando cánticos en kurdo al inicio de la lectura del veredicto. Las protestas de 2014 resultaron en la muerte de treinta y siete personas y fueron desencadenadas por acusaciones de que el ejército turco no intervino mientras los militantes del Estado Islámico asediaban Kobani.
Varios altos cargos del HDP fueron condenados entre un total de 108 acusados, imputados por 29 delitos, incluyendo homicidio y atentar contra la unidad del estado turco. Algunos acusados fueron absueltos y el HDP negó los cargos. Los fiscales habían solicitado 38 cadenas perpetuas agravadas sin posibilidad de libertad condicional relacionadas con las muertes durante las protestas. El juicio no comenzó hasta abril de 2021 y fue considerado por los acusados y sus abogados como un caso político.
Tras el juicio, los copresidentes del partido DEM, Tulay Hatimogullari y Tuncer Bakirhan, calificaron los veredictos como una “mancha negra” en el historial judicial de Turquía y un intento de “borrar” a los políticos kurdos. Hatimogullari denunció las sentencias como un “golpe político”.
Demirtas, quien ha estado encarcelado desde noviembre de 2016 por cargos relacionados con el terrorismo, sigue siendo una de las figuras políticas más influyentes de Turquía. Tanto él como Yuksekdag estaban entre los 18 acusados que ya se encontraban en prisión. Críticos sostienen que los tribunales turcos están influenciados por el gobierno y el presidente Tayyip Erdogan, acusaciones que ambos niegan.
En 2020, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que Turquía debía liberar a Demirtas, señalando que se estaban violando sus derechos, incluyendo la libertad de expresión y la libertad personal. Ante la posibilidad de ser clausurado, el HDP se reagrupó bajo la bandera del partido DEM, la tercera fuerza política del parlamento.
Ankara acusa al HDP de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, lo cual el HDP niega. El PKK inició una insurgencia contra el estado turco en 1984, conflicto en el que han muerto más de 40,000 personas. Un proceso de paz entre Ankara y el PKK se desmoronó en 2015 y, en una represión subsiguiente contra el HDP, miles de sus funcionarios y miembros han sido arrestados y encarcelados.
Alp Altinors, uno de los acusados, afirmó antes del veredicto: “Este es un caso de conspiración destinado a criminalizar las actividades del HDP. Llamar a las calles es un llamado al ejercicio de un derecho democrático”. Altinors fue sentenciado a más de 20 años de prisión.
