**Jacques Delors y su legado en la profundización de la cooperación europea**
El pasado 27 de diciembre de 2023, la Comisión Europea lamentó el fallecimiento de Jacques Delors, quien fuera su presidente desde 1985 y un visionario en la integración europea. Durante su mandato, Delors fue un pilar fundamental en la promoción de una cooperación más estrecha entre los miembros de la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), con el objetivo estratégico de evitar nuevos conflictos en el continente y fomentar la unidad.
Delors, un tecnócrata cristiano de origen socialista francés, comprendió que para alcanzar este objetivo era necesario no solo profundizar la cooperación existente, sino también expandirla. Su visión incluía la sustitución del Deutsche Mark por una moneda común que fuera aceptada por todos los estados miembros, un desafío que abordó con inteligencia y simplicidad.
La adopción de una moneda común, tal como lo requería la teoría económica del Área Monetaria Óptima de Mundell, necesitaba un marco común de disciplina fiscal y financiera globalmente impuesta. Este marco se concretó en los criterios de Maastricht, que más tarde serían impuestos con rigor por figuras como Schäuble en momentos críticos para el rescate del euro y la Unión Europea.
En su esfuerzo, Delors contó con el apoyo del Canciller alemán Kohl, la tolerancia de Mitterrand, la lógica liberal rígida de Thatcher y la protección política de Estados Unidos bajo la administración de Bush. Además, durante su presidencia, Delors presenció la ampliación de la CEE con la adhesión de España y Portugal en 1986, así como de Austria y Suecia en 1995.
Cerca del final de su mandato decenal, Delors vivió la solicitud masiva para la entrada de nuevos estados que culminó en la ampliación de 2004, con la inclusión de Chipre y otros nueve países. Irónicamente, tanto la solicitud de membresía de Chipre en 1990 como su acto de adhesión a la UE en 2004 fueron firmados por presidentes apoyados por AKEL, partido que anteriormente había criticado fuertemente a la CEE.
La figura de Delors y su impulso hacia una mayor cooperación y una moneda común han dejado una huella indeleble en el camino hacia una Europa más unida y fuerte. Su legado sigue siendo un testimonio del poder de la visión y el compromiso en la construcción del proyecto europeo.