El presidente de la Autoridad Reguladora de Energía de Chipre (CERA), Andreas Poullikkas, explicó el martes que son necesarias reformas significativas para navegar la transición hacia las fuentes de energía renovables.
En un artículo de análisis publicado esta semana, el jefe de la CERA habló sobre la evolución histórica y los desafíos cruciales que enfrentan los mercados de electricidad en medio de la transición energética en curso.
Poullikkas señaló que la regulación del sector eléctrico, iniciada en la década de 1990, está experimentando transformaciones significativas debido a la actual transición energética. En el pasado, los sistemas energéticos operaban en un entorno estable con tecnologías de producción y consumo de energía conocidas. Sin embargo, estas condiciones han sido interrumpidas.
“La estabilidad y linealidad han sido reemplazadas por incertidumbre y complejidad”, agregó Poullikkas. Entre las preguntas clave que surgen se incluyen cómo minimizar las tasas de limitación de las fuentes de energía renovables, acelerar las inversiones en infraestructura de transmisión y distribución, promover tecnologías de almacenamiento, facilitar la transición a una economía del hidrógeno y determinar los beneficiarios de las reformas del mercado.
Poullikkas también enfatizó que “por lo tanto, la regulación de los mercados eléctricos durante la transición energética es un factor crítico para que el sector energético se adapte a los nuevos requisitos, promueva la sostenibilidad y reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Una de las principales dificultades es la transición a fuentes de energía renovables como la eólica y solar, con el objetivo de reducir la dependencia de los combustibles fósiles. “La expansión de las fuentes de energía renovables requiere inversiones significativas en sistemas de almacenamiento, tecnologías del hidrógeno y el rediseño de redes eléctricas para el uso eficiente de la energía generada”, añadió el jefe de CERA.
Además, mencionó que el establecimiento de un mercado eléctrico unificado en la Unión Europea (UE) es otro aspecto de la reforma en curso. La interconexión eléctrica entre los estados miembros de la UE y el desarrollo de un sistema eléctrico único tienen como objetivo estabilizar los precios y mejorar la seguridad del suministro en toda la UE.
El mercado interno de electricidad de la UE juega un papel crucial en la promoción y financiación de la transición energética, fomentando la competencia entre los proveedores de electricidad, incentivando la innovación y asegurando la integración eficiente de las fuentes de energía renovables.
Poullikkas también abordó el progreso tecnológico en sistemas inteligentes de medición y gestión energética, que empodera a los consumidores para gestionar activamente su consumo de energía. Los consumidores son cada vez más tratados como “participantes en el mercado” o “comerciantes de energía” que toman posiciones en el mercado basándose en los contratos que deciden suscribir.
“Además, formular políticas que promuevan la sostenibilidad, apoyar la investigación e innovación en el sector eléctrico y promover la eficiencia energética son componentes significativos de esta reforma”, concluyó el jefe de CERA.