Chipre se prepara para una revolución en la gestión de residuos con la introducción del esquema “Pay As You Throw” (PAYT) para el 67% de su población, anunció el Departamento de Ambiente. Este plan, que comenzará el 1 de julio, busca incentivar económicamente la reducción de desechos y fomentar el reciclaje entre los residentes.
La primera fase verá a seis municipios, que representan el 30% de la población chipriota, adoptar PAYT en marzo tras completar estudios preparatorios. Estos estudios establecerán los precios de las bolsas de basura para hogares individuales y unidades de vivienda múltiple, así como las tarifas para los contenedores de residuos y un cargo fijo que se impondrá a todos los residentes.
Eleni Constantinidou, Oficial Superior de Medio Ambiente, destacó que los municipios de Latsia, Lakatamia, un conglomerado en Nicosia que incluye Ayia Varvara, el sur de Nicosia, Aradippou, Larnaca, Este de Limassol y Polemidia están a la vanguardia de esta iniciativa.
Para junio de 2024, se espera completar estudios exhaustivos para los municipios de Nicosia, oeste de Limassol y Limassol, que juntos suman otro 37% de la población. El verano a septiembre de 2024 verá cómo nueve grupos municipales adicionales, que constituyen el 21.5% de la población, finalizan sus consultas. Un 11.15% adicional de la población entrará en la fase final de consulta en noviembre de 2024. Tras estos estudios, los municipios tendrán un período de gracia de seis meses para implementar completamente el sistema PAYT.
El precio preliminar basado en el estudio del Municipio de Aradippou sugiere un cargo de 6 céntimos por litro para las bolsas de basura, lo que equivale a 60 céntimos por una bolsa de 10 litros, 2 euros por una bolsa de 35 litros y 3.33 euros por una bolsa de 56 litros. No obstante, no todos los municipios han presentado aún sus estructuras de precios basadas en sus respectivos estudios. También se ha aclarado que la tarifa fija final, determinada por el Departamento de Ambiente y el Ministerio de Finanzas, incluirá cargos tanto por residuos como por limpieza.
Para el 30 de junio de 2024, las autoridades locales están obligadas a implementar una separación obligatoria de residuos en origen y un sistema de recogida separada para reciclables. Los objetivos de reciclaje son ambiciosos, apuntando a una tasa del 50% al 55% para plásticos para 2025 a 2030, del 25% al 30% para madera, del 70% al 80% para metales ferrosos, del 50% al 60% para aluminio, del 70% al 75% para vidrio y del 75% al 85% para papel y cartón.
Datos ambientales de 2021 revelaron una producción de residuos per cápita de 633 kg, con un reciclaje de residuos de envases del 65% y un uso meramente del 1.2% para residuos orgánicos (desechos verdes del jardín) en la producción de compost. La tasa general de reciclaje y reutilización se situó en el 15.3%, con el 62% de los desechos municipales terminando en vertederos sanitarios.
El Comité del Medio Ambiente del Parlamento expresó su preocupación sobre el impacto del cargo fijo en los hogares. Charalambos Theopemptou advirtió que el incumplimiento de las directivas europeas podría llevar a consecuencias legales y multas para Chipre. Además, destacó la necesidad de mejorar la gestión de residuos orgánicos y promover el uso de energía renovable como el biogás.
La directiva europea establece metas desafiantes: reciclar al menos el 55% de los residuos urbanos para 2025, aumentando al 60% para 2030 y al 65% para 2035. También ordena una recogida separada de textiles y residuos domésticos peligrosos para el 1 de enero de 2025 y asegura que los residuos biológicos sean recogidos por separado o reciclados en origen antes del 31 de diciembre de 2023.