Es difícil creer que la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA, por sus siglas en inglés) se promulgó a finales de 2017, ¡hace casi siete años! Durante ese tiempo, individuos y propietarios de negocios pueden haberse acostumbrado a los diversos cambios que trajo consigo esa legislación. Sin embargo, las disposiciones fiscales clave para individuos y negocios de la TCJA están programadas para expirar en 2025, añadiendo otro punto destacado a las próximas elecciones presidenciales. Independientemente de lo que ocurra en noviembre, los individuos, ejecutivos y propietarios deben ser conscientes de lo que está en juego, en caso de que el Congreso no tome más medidas.
Impacto en los Contribuyentes Individuales
Por ejemplo, la tasa máxima del impuesto sobre la renta ordinaria para los contribuyentes individuales aumentaría del 37% al 39.6%, mientras que la deducción del 20% para ingresos comerciales pasantes sería eliminada y el crédito tributario por hijos mejorado se reduciría a la mitad (de $2,000 a $1,000). Además, las deducciones estándar para todos los contribuyentes individuales se reducirían casi a la mitad. Dicho esto, el límite de $10,000 en impuestos estatales y locales sobre la renta, y el límite actual en las deducciones de intereses hipotecarios están programados para expirar.
Repercusiones para las Empresas
Los contribuyentes corporativos también enfrentan una serie de aumentos en las tasas impositivas, como con respecto a los ingresos globales intangibles de baja tributación (GILTI), ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII) y el impuesto base de erosión y anti-abuso (BEAT).
Una cosa es segura: las discusiones sobre la legislación y la política fiscal de EE. UU. seguramente aumentarán en los próximos meses. Manténgase atento.