Los legisladores de Nueva York están apresurándose para encontrar una fuente de financiamiento que ayude a cubrir un déficit de $1 mil millones anuales creado por la sorpresiva decisión de la gobernadora Kathy Hochul de detener un plan de precios de congestión que habría financiado mejoras vitales en la infraestructura de tránsito.
Alternativas en discusión
El jueves por la noche, los legisladores abandonaron un plan de último momento para aumentar los impuestos a las empresas de la ciudad de Nueva York mediante un incremento en el impuesto a la movilidad laboral, según personas familiarizadas con el asunto. En su lugar, los demócratas están trabajando en una propuesta para utilizar fuentes de financiamiento no determinadas para asegurar que la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) pueda obtener bonos que financien su programa de capital.
“Es algo muy simple que dice que habrá mil millones de dólares para la MTA en el presupuesto del próximo año, pero sin especificar qué significa eso”, dijo Michael Gianaris, líder adjunto de la mayoría del senado estatal, a los reporteros el jueves.
Los demócratas aún no tienen los votos necesarios para aprobarlo, según personas con conocimiento del asunto, quienes pidieron no ser nombradas al discutir deliberaciones internas. El plan de aumento de impuestos fue descartado debido a preocupaciones sobre las implicaciones políticas de aumentar los impuestos a las empresas en un año electoral, dijeron las personas. Esto también se dijo que fue una razón para la decisión sorpresiva de Hochul de detener indefinidamente el precio de congestión.
La sesión legislativa actual estaba programada para terminar el jueves, pero ahora se espera que los legisladores concluyan en algún momento este fin de semana. La prisa subraya la naturaleza improvisada de la decisión de Hochul, que dejó a la MTA en una situación difícil al poner una pausa en la iniciativa pocas semanas antes de que comenzara. Ese plan habría cobrado a la mayoría de los automovilistas $15 por conducir en el distrito central de negocios de Manhattan, ayudando a reducir el tráfico, mejorar la calidad del aire y financiar necesidades vitales de infraestructura de tránsito.
Reacciones y próximos pasos
Hochul dijo que su decisión fue impulsada por el objetivo de proteger a los neoyorquinos de la inflación, y siguió conversaciones con los viajeros que expresaron una creciente ansiedad por pagar una tarifa adicional de $15 solo para llegar al trabajo.
La MTA, que opera los subterráneos, autobuses y líneas ferroviarias suburbanas de la ciudad, planeaba pedir prestado contra los $1 mil millones en ingresos anuales del precio de congestión para ayudar a recaudar $15 mil millones para mejorar las señales y vías del metro, hacer el sistema más accesible y extender el metro de la Segunda Avenida hacia Harlem.
“Queremos asegurarnos de que el plan de capital de la MTA esté en marcha”, dijo el asambleísta David Weprin, un demócrata de Queens, el jueves. “Así que trabajaremos diligentemente para obtener ingresos sustitutos por los mil millones de dólares durante los próximos días. Y soy optimista de que eso sucederá”.
En una conferencia de prensa el viernes por la noche, Hochul se comprometió a encontrar financiamiento alternativo para respaldar el plan de capital de la MTA durante la pausa, aunque no detalló un plan específico de acción. Hochul también defendió su autoridad legal para detener el despliegue del esquema sin el consentimiento de la junta directiva de la MTA, un movimiento que ha generado debate sobre los poderes ejecutivos del gobernador.
“Mi trabajo no es hacer más difícil o más caro para los neoyorquinos vivir en nuestro estado”, dijo.
Con asistencia de Danielle Muoio Dunn.
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