**Los bancos chipriotas en camino de cumplir con los objetivos de MREL, según el jefe de la Junta Única de Resolución**
Los bancos chipriotas están avanzando satisfactoriamente hacia el cumplimiento de los Requisitos Mínimos de Fondos Propios y Pasivos Elegibles (MREL), según ha destacado Dominique Laboureix, presidente de la Junta Única de Resolución (JUR). Este logro representa un paso significativo en el fortalecimiento de la capacidad de absorción de pérdidas y la resolución bancaria eficiente en tiempos de crisis.
El MREL es una herramienta capital que incluye instrumentos como los bonos de rescate y capital secundario emitido por los bancos más allá de sus fondos propios. La JUR ha establecido objetivos específicos para cada entidad, centrándose en los dos principales bancos de Chipre: el Banco de Chipre y el Banco Helénico. Estos han recibido un período transitorio más largo, hasta 2024 y 2025 respectivamente, para alinearse con las exigencias europeas.
En declaraciones a la Agencia de Noticias de Chipre (CNA), Laboureix expresó su confianza en que “los bancos chipriotas están en buen camino para cumplir sus metas incluso antes del período transitorio”. Asimismo, enfatizó que la resolución bancaria busca reemplazar la liquidación con un proceso más eficiente, evitando recurrir a los fondos de los contribuyentes.
La JUR, junto con las Autoridades Nacionales de Resolución, forma parte del Mecanismo Único de Resolución (MUR) y ha realizado “enormes progresos”, aunque Laboureix advierte que “el viaje no ha terminado” debido a los riesgos cambiantes y emergentes en el sector bancario.
Los desafíos actuales incluyen la pandemia de Covid-19, crisis geopolíticas como la invasión rusa de Ucrania, conflictos en Gaza, interrupciones en la navegación libre en el Mar Rojo, riesgos cibernéticos, transición ecológica y crisis desencadenadas por la caída de bancos medianos.
La capacidad de los bancos europeos para absorber pérdidas se ha fortalecido y la JUR cuenta con un Fondo Único de Resolución de 78 mil millones de euros. A pesar de las mejoras desde hace una década, Laboureix recalca que aún hay margen para mejorar el marco existente para la gestión de crisis bancarias y el seguro de depósitos propuesto por la Comisión Europea.
La estrategia de la JUR se guía por abordar nuevos riesgos y ejercer sus poderes con agilidad, lo que requiere datos esenciales por parte de los bancos para actuar con rapidez en una crisis potencial. Con estas medidas, se busca dejar atrás la narrativa del “demasiado grande para fallar” que prevaleció durante la crisis financiera de 2008.