**Los ministros de finanzas de la Eurozona acuerdan la eliminación gradual de las medidas de apoyo energético**
Los ministros de finanzas de la Eurozona han decidido, en una reunión del Eurogrupo celebrada el lunes, que se procederá a eliminar de manera gradual las medidas de apoyo energético en 2024, privilegiando la prudencia fiscal y buscando reducir los déficits gubernamentales. Esta estrategia subraya la importancia de “continuar con la eliminación de las medidas de apoyo energético restantes lo antes posible en 2024 y utilizar los ahorros relacionados para reducir los déficits gubernamentales”, según se expresó en un comunicado.
En particular, el gobierno de Chipre tiene previsto finalizar la reducción del impuesto al consumo de combustible para automóviles a finales de este mes y la subvención de las facturas de electricidad a finales de abril, a pesar de la presión de grupos de interés para que se extiendan dichas medidas.
El Eurogrupo también acogió con satisfacción el acuerdo político alcanzado en febrero de 2024 sobre una reforma integral del marco de gobernanza económica de la UE, mostrándose optimista respecto a su pronta adopción. Los ministros proporcionaron una perspectiva cautelosamente optimista para el futuro económico, señalando que “aunque la economía entró en 2024 con una base débil, las condiciones para una aceleración de la actividad económica en la zona del euro en 2025 parecen estar dadas según el pronóstico de invierno de la Comisión”. Destacaron un mercado laboral robusto y una inflación en descenso, lo que permitiría alcanzar el objetivo del BCE para 2025.
No obstante, reconocieron que “los riesgos para las perspectivas económicas están inclinados a la baja, ya que la incertidumbre global afecta las expectativas económicas”. El desafío de la Eurozona consiste en equilibrar múltiples demandas fiscales con la necesidad de reconstruir los amortiguadores fiscales. El marco reformado tiene como objetivo “fortalecer la sostenibilidad de la deuda y promover un crecimiento sostenible e inclusivo a través de reformas estructurales e inversiones”, que es la estrategia económica a largo plazo de la UE.
Mirando hacia 2025, se espera que el marco revisado de gobernanza económica resulte en “una postura fiscal global ligeramente contractiva en la zona del euro”, pero este enfoque se considera apropiado dadas las condiciones macroeconómicas actuales, la necesidad continua de sostenibilidad fiscal y el apoyo al proceso deflacionario.
Además, los ministros transmitieron su intención de “continuar persiguiendo reformas estructurales ambiciosas y mantener y, cuando sea necesario, aumentar el nivel de inversión”, centrándose en áreas prioritarias como la transición verde y digital y las capacidades de defensa. También reiteraron el compromiso de “reforzar nuestros esfuerzos para mejorar la eficiencia, calidad y composición del gasto público”.
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