Proyectos de Viviendas Cerradas en Chipre: Seguridad y Privacidad
Los proyectos de viviendas cerradas han ganado popularidad en Chipre como respuesta al incremento de delitos, especialmente robos, y la creciente necesidad de las personas por sentirse seguras en sus hogares. Este tipo de protección comenzó a ser relevante hace aproximadamente 25 años y, con el paso del tiempo, la cantidad de comunidades cerradas ha aumentado, convirtiéndose en un atractivo para los compradores.
Estos complejos residenciales con entradas controladas eléctricamente ofrecen ventajas como mayor seguridad y privacidad, desalentando la presencia de visitantes no deseados y reduciendo el tráfico a solo residentes y sus invitados. Además, es posible instalar cámaras en las entradas principales y en otros puntos del proyecto, aunque siempre respetando las limitaciones en cuanto a datos personales.
Sin embargo, existen inconvenientes como el costo inicial de alrededor de €4.000 y gastos anuales de mantenimiento estimados entre €300-€400. Problemas adicionales surgen cuando los visitantes o el personal de mantenimiento desconocen el código o los propietarios lo olvidan o no cuentan con el control remoto necesario para abrir la puerta. A menudo, no dudan en forzar las entradas, causando daños.
Otro problema es que los visitantes o los ocupantes pueden compartir el código con otras personas, lo que implica que debería cambiarse periódicamente, algo poco práctico. También se presentan situaciones donde las personas quedan atrapadas afuera debido a problemas técnicos con las puertas.
En nuestros proyectos, hemos identificado características que resultan más adecuadas para estas propiedades. Estas incluyen una puerta controlada eléctricamente que opera tanto por código como por control remoto. Se recomienda instalar un intercomunicador en la puerta que se comunique con cada vivienda, aunque esto representa un costo elevado.
Es esencial contar con una caja de seguridad con una llave para la puerta que anule la electricidad, permitiendo el acceso incluso si hay fallos en su funcionamiento. Además, se debe colocar una llave adicional e instrucciones en varios idiomas dentro del proyecto para los residentes y asegurarse de tener un sensor eléctrico en la salida, para que la puerta se abra automáticamente al salir.
Junto con la puerta principal para el paso de vehículos, debe haber otra más pequeña operada manualmente para visitantes. Es preferible optar por una puerta de acero de dos metros de altura en lugar de una barra.
Mi oficina gestiona cinco proyectos de viviendas cerradas y enfrentamos problemas constantes con dos de las puertas, causados por personas que intentan forzar su entrada o salida. En una propiedad instalamos una cámara – con un costo adicional de €2.000 – pero recibimos quejas de algunos residentes que consideran esto una invasión a su privacidad y algo ilegal.
Finalmente, las puertas se mantienen abiertas durante el día y operativas después del anochecer. De esta manera, se evitan problemas con el tráfico diurno pero, por la noche, los residentes pueden sentirse más seguros. Las personas que viven en proyectos de viviendas cerradas deben aprender a convivir con ellos.
Antonis Loizou & Asociados EPE – Tasadores Inmobiliarios & Gestores de Proyectos de Desarrollo, www.aloizou.com.cy, [email protected]
