El crecimiento sostenido de la recaudación de impuestos directos
Los números recientemente publicados sobre la recaudación de impuestos directos hasta el 17 de marzo reflejan una tendencia positiva. La recaudación neta de impuestos directos alcanzó los ₹18.9-lakh crore, un 20 por ciento más en comparación con los ₹15.77-lakh crore recolectados en el mismo período del año fiscal 23. Este incremento se debe en gran medida a las medidas fiscales implementadas y a una mejora en el cumplimiento tributario.
La robustez en los ingresos por impuestos directos es un pilar fundamental para el ingreso fiscal bruto del año, especialmente considerando el crecimiento más lento en los impuestos indirectos. Se ha registrado un declive del 4 por ciento en la recaudación del impuesto sobre productos y servicios y solo un aumento del 2 por ciento en los derechos de aduana, según la estimación revisada para el año fiscal 24.
Dentro de la recaudación de impuestos directos, el impuesto sobre la renta personal ha sido el protagonista, con un crecimiento del 23 por ciento, en comparación con el aumento del 12 por ciento en la recaudación del impuesto sobre sociedades, según las estimaciones revisadas para el año fiscal 24. La recaudación del impuesto sobre la renta personal ha seguido una trayectoria de crecimiento especialmente fuerte, por encima del 20 por ciento, desde el año fiscal 22. Iniciativas como la prellenado de declaraciones con datos obtenidos de diversas fuentes, incluyendo salarios, intereses, dividendos y pérdidas fiscales acumuladas, así como la declaración anual de información, que captura todos los ingresos que probablemente sean omitidos por los contribuyentes, están contribuyendo a incrementar los ingresos fiscales.
A pesar del notable crecimiento en la recaudación del impuesto sobre la renta personal, es importante señalar que la base imponible no está aumentando al mismo ritmo. El número de individuos que presentan declaraciones de impuestos ha crecido a un ritmo más lento, con un 4.5 por ciento entre el año fiscal 20 y el 23. Esto sugiere que la base imponible existente, compuesta principalmente por asalariados, está soportando una mayor incidencia fiscal.
El aumento en la recaudación del impuesto sobre la renta personal ha venido acompañado de una recaudación corporativa tibia. Desde el año fiscal 21, los ingresos procedentes del impuesto sobre la renta personal han superado a los del impuesto sobre sociedades. Si se observa la serie temporal de las recaudaciones de impuestos directos, las recaudaciones del impuesto sobre sociedades siempre han sido superiores a las del impuesto sobre la renta desde el año 2000-01 hasta el 2019-20. Sin embargo, esta tendencia cambió desde el año fiscal 21, y ahora se estima que las recaudaciones del impuesto sobre la renta personal son un 10 por ciento más altas que las del impuesto sobre sociedades para los años fiscales 24 y 25.
La disminución en las recaudaciones del impuesto sobre sociedades es desconcertante, incluso teniendo en cuenta la significativa reducción de la tasa impositiva corporativa en el año fiscal 20. Las empresas han demostrado resiliencia ante los desafíos de crecimiento doméstico y global y han reportado un crecimiento saludable en las ganancias en los últimos años. Esto es algo que el Centro debe examinar. Mientras tanto, no se puede culpar a los contribuyentes del impuesto sobre la renta personal si tienen quejas por pagar más impuestos cada año, siendo las altas tasas un claro punto de fricción. Aunque no se dispone de datos recientes para evaluar la conversión al nuevo régimen fiscal, es evidente que se debe hacer más para hacer atractivo el nuevo régimen. El próximo gobierno en el Centro tiene una tarea pendiente en la reforma del impuesto sobre la renta personal.
