La propuesta fiscal de la Administración y su impacto en los empresarios
La semana pasada, la Senadora Warren reintrodujo su propuesta de impuesto sobre la riqueza para “ultra-millonarios” al Senado, coincidiendo con el enfoque de la Administración en lo que ha descrito como evasión fiscal por parte de los “ricos”, especialmente los muy adinerados. Aunque parece poco probable que el Congreso actual apruebe estas medidas, los empresarios y sus asesores harían bien en familiarizarse con los cambios propuestos al impuesto sobre la renta federal, ya que el control de ambas cámaras del Congreso y la Casa Blanca está en juego.
Entre las propuestas fiscales que deberían conocer las empresas y sus propietarios se encuentra el aumento de la tasa marginal del impuesto sobre la renta individual del 37% al 39.6%, aplicable a una variedad de ingresos ordinarios. Este incremento sería aún mayor, ya que la nueva tasa superior se aplicaría a partir de un tramo impositivo mucho más bajo. Por ejemplo, la tasa actual del 37% se aplica a ingresos imponibles superiores a $731,200 para una pareja casada que presenta una declaración conjunta, mientras que bajo la propuesta, estarían sujetos a la tasa máxima del 39.6% para ingresos imponibles superiores a $450,000.
Además, se propone aumentar el impuesto sobre las ganancias de capital a largo plazo al 39.6% para contribuyentes casados con ingresos imponibles que superen el millón de dólares. También se sugiere incrementar la tasa del impuesto sobre los ingresos netos de inversión (NIIT) del 3.8% al 5% para individuos con más de $400,000 de ingresos.
En cuanto a las corporaciones, se contempla elevar la tasa del impuesto sobre la renta de las C corporaciones del 21% al 28%, lo cual reduciría los fondos disponibles para reinvertir en el negocio y podría llevar a las empresas a endeudarse o renunciar a distribuciones.
Las subidas de impuestos propuestas no solo afectarían a las grandes corporaciones, sino también a las empresas más pequeñas y sus dueños. Por ejemplo, las S corporaciones estarían sujetas a una tasa impositiva plana del 28% con respecto a la ganancia neta incorporada reconocida durante el período de reconocimiento de 5 años.
Estas propuestas fiscales podrían tener un impacto significativo en los empresarios y sus negocios. Aunque algunas de estas medidas parecen dirigidas a los más ricos, es importante recordar que muchas pequeñas y medianas empresas podrían verse afectadas por estos cambios. Por lo tanto, es esencial que los empresarios estén al tanto de estas posibles subidas de impuestos y consideren cómo podrían impactar en sus planes financieros y estrategias comerciales futuras.