Avances significativos en la lucha contra la financiación ilícita en Chipre
El presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, ha demostrado una vez más su compromiso de saneamiento con acciones concretas para erradicar la mala fama que el país ha adquirido por facilitar el lavado de dinero, también conocido como financiación ilícita. En este sentido, se ha establecido una autoridad unificada para supervisar a los proveedores de servicios profesionales, como bufetes de abogados y oficinas de auditoría, a pesar de la fuerte oposición de sus organismos profesionales.
Además, se ha fortalecido la cooperación a nivel tecnocrático con las autoridades de EE.UU. y el Reino Unido para la aplicación efectiva de sanciones desde el año pasado. El martes, subrayando este compromiso, los gobiernos de Chipre y Estados Unidos anunciaron una cooperación en el sistema de justicia para mejorar la capacidad de Chipre de contrarrestar la financiación ilícita. Un comunicado conjunto reveló que la policía de Chipre y el FBI firmarán próximamente un memorando de entendimiento que formaliza la colaboración entre los dos sistemas de justicia, incluyendo socios clave en la aplicación de la ley, la Oficina Legal de la República y la unidad de inteligencia financiera Mokas.
El comunicado dejó claro que el aumento de la cooperación fue “en respuesta a una solicitud del Presidente Christodoulides para fortalecer aún más a la República de Chipre en la lucha contra la financiación ilícita“. Elementos del Departamento de Justicia de EE.UU., incluyendo el FBI, OPDAT, Task Force KleptoCapture y MLARS colaboraron con el Departamento de Estado y la Embajada de EE.UU. en Nicosia para responder a la solicitud de Christodoulides.
Las autoridades estadounidenses “han establecido una cooperación directa con las entidades encargadas de hacer cumplir la ley de la República de Chipre para mejorar la capacidad en la identificación y procesamiento de delitos financieros”. Christodoulides había buscado ayuda de EE.UU. en la aplicación y monitoreo de sanciones el año pasado después de que dos proveedores de servicios chipriotas fueran sancionados por EE.UU. y el Reino Unido por sus vínculos con dos oligarcas rusos. Esta ayuda se ha desarrollado en una colaboración formal, que sin duda aumentará la capacidad de las autoridades para combatir la financiación ilícita. Por mucho tiempo, las autoridades, carentes de verdadera experiencia, fueron ineficaces, lo que provocó alegaciones de que todo el sistema hacía la vista gorda al lavado de dinero y la evasión de sanciones.
Christodoulides reconoció que para que las entidades encargadas de hacer cumplir la ley sean efectivas, era necesario el apoyo y la experiencia externos, y no tuvo miedo de solicitarlo. Aunque ahora puede ser criticado por invitar a las autoridades estadounidenses a intervenir en asuntos locales, esta es la única manera para que Chipre limpie su imagen y deje atrás la reputación por controles laxos contra el lavado de dinero y una aplicación ineficaz de sanciones. Es un paso valiente tomado por el presidente, confirmando su compromiso de saneamiento del actuar chipriota para siempre. Con EE.UU. involucrado directamente en la operación de limpieza, las perspectivas de éxito han aumentado significativamente.